A veces pienso
que soy un agente secreto
de una superpotencia más extraña
que extranjera,
un infiltrado, un undercover,
con una misión que se alarga demasiado,
como si los que me mandaron aquí
se hubieran olvidado de mí hace muchísimo tiempo.
Para mi consuelo recibo, de vez en cuando,
notas cifradas, y leo mensajes extraterrestres
en los huecos que dejan al caerse
las plaquitas de cal en las paredes.
Aún puedo contactar si escucho atento
el sonido del agua que se va roncando por los desagües
si torpemente traduzco
códigos azules de infinitas barras marinas,
curvaturas de la rompiente, remolinos de pétalos,
viejos mensajes en el contestador de caracolas y teléfonos de ducha;
todavía puedo con nostalgia disfrutar vistas aéreas
de mi ciudad natal si paseo la mirada por los circutos impresos
de electrodomésticos destripados...
¿Cuándo terminará esta guerra de la Realidad?
Daniel Macías Díaz. Las aventuras de Imperio Sevilla. Ed.. Baile del Sol. Sevilla. 2007
Magnífico poema...
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