¿Dónde están las flechas de antaño? pregunté
al llegar a los Grandes Lagos de todos los niños del mundo que sueñan geografía
Los Grandes Lagos eran ya muy pequeños y estaban medio muertos
El paisaje aparecía a diario firmado por las chimeneas
En Buffalo y Detroit ardía la llama eterna al obrero desconocido y domesticado
y en Niágara seguía cayendo para nada la inmensa barba democrática de Walt Whitman
La vida era solamente un problema de regulación de tráfico
Tu libertad de torcer a la izquierda acaba
donde empieza la libertad de torcer a la derecha
de los que viven masivamente ciegos en dirección corriente
y hay tiempo para avanzar y de parar
tiempo de correr a 30 por hora
tiempo de correr a 40 por hora
tiempo de correr a 60 a 70 por hora
hay tiempo de consumir tiempo de matar y tiempo de morir
Pero las compañías de seguro están en todas partes
y las almas saben que todo tiene su exacta indemnización en este valle de sonrisas
¿Dónde están las flechas de antaño? pregunté
porque había soñado como todos los niños del mundo han soñado alguna vez
con que al final de la película
los buenos tan superiores y vulgares
no ganaran para siempre y totalmente
a los malos tan buenos en el fondo pues
¿cómo se puede ser malo
llevando un gorro colgante de plumas de ave?
¿Dónde están las flechas de antaño? pregunté
En el aire de las cafeterías
en las carreteras en los embases sin devolución y con devolución
en las revistas en los parques en los aeropuertos
en las cajas de galletas en los relojes de pulsera y de pared
y de bolsillo y de pecho y de cuello y de tobillo
en los relojes de cintura en los relojes de pensamiento
en los termómetros y manómetros en los barómetros y anemómetros
en las latas de conserva y en los hermosos electrodomésticos
en las espaldas de los estudiantes
en todas las máquinas en todas las calles
sobre todo en las calles
en los cruces
sobre todo en los cruces
en las puertas
sobre todo en las puertas
de salid
flechas y flechas y
flechas muertas indicaban
subir
abrir
doblar
bajar
torcer a la derecha
torcer a la izquierda
seguir
estirar
romper
levantar
apretar
entrar
salir
sobre todo salir
salir por la puerta
de salida
Pero la puritana hipocresía del invierno
no puede impedir año tras año
la conmemoración sangrienta del otoño
y los desorientados vencedores hoy viven
preguntándole siempre
en todas partes el camino
a las flechas muertas de sus víctimas inolvidables
por dónde se va
por dónde se sube
por dónde se sale sobre todo por dónde
se sale
dónde está la puerta cuál es la puerta
de salida por favor
dónde está dónde la salida
preguntándole siempre la salida sobre todo por la salida
a las flechas muertas de sus víctimas inolvidables
Herida está de flecha la salida
En Jesús López Pacheco El tiempo de mi vida (antología) Germania, Alzira. 2002
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