Al tomar la camisa
de la mujer que apenas dejó de estar aquí ayer
su olor
me ha recordado una bolsa que encontré
un día
años después de tu marcha
sobre el armario
Al abrirla, la encontré llena de cintas blancas
con las que te recogías el pelo,
las acerqué a mí al presentir tu olor
Así estuve contigo
por última vez
Antonio Orihuela. Perros muertos en la carretera. Ed. Crecida, 1995.
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