Noche de velada,
bailo sin bailar cogido de tu mano.
La luna siempre ve el mundo a oscuras, me dices.
Un día todo se apagará,
también nosotros, pienso,
pero no te voy a decir lo que ya sabes,
nuestra misión aquí es bien sencilla
y hay que ser valientes,
prefiero pedirte otro baile.
Tampoco hay paraíso,
pero yo conozco
algunas formas elementales de viajar
y tú sabes hacer dulces de leche.
Antonio Orihuela
El corazón no duerme. Ed. Littera, 2009.
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