Todo está a punto de estallar
pero no existe la más mínima señal de ello en ninguna parte.
Los artistas hablan una semana contra la guerra
y sirven al Capital el resto del año.
Cuando la vida se destruye en todas partes
¿merece la pena seguir haciendo arte?
burn baby, burn.
Por dura que sea una revuelta
la burguesía la disfruta, la reabsorbe
y transforma en dólares sus símbolos y su escena.
Leroi Jones dijo que el abracadabra de la revolución
se pronunciaba hoy:
¡Contra la pared, hijo de puta, esto es un atraco!
La revolución es, desde luego, el gran atraco
al que todos estamos invitados.
Primero contra nosotros mismos,
robándonos de la cabeza las ideas
y los valores que no son nuestros,
después liquidando la forma en que vivimos
y, por último, siguiendo por todo el planeta,
hollado por el Gran Ladrón Capital,
organizando comunas y familias armadas de magia
donde el Arte sea
la interrupción del curso maquínico de las cosas
y la intervención asamblearia construya lo real
y la felicidad sexual sea el centro de toda felicidad.
Cuando encontrar el camino sea por fin
haberse perdido en el camino.
Entonces, ese día, cuando seamos libres, habrá arte libre.
No te voy a decir lo que tienes ahora que hacer
pero si quieres hacer algo
mira
a tu alrededor
y quema, chica, quema.
Antonio Orihuela. Todo el mundo está en otro lugar. Ed Baile del Sol. 2011
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