TRAMPANTOJO: ...Les interesa tu hambre, la voluntad, dócil como un junco, a merced de un cuerpo necesitado, maltrecho: porque saben que, entonces, un trozo de pan duro y baila el perro.
PIERNAVIEJA: No bailo, muerdo.
TRAMPANTOJO: Ladras, como mucho, ladras. Pero ni siquiera perturbas el silencio de las noches...
Raúl Cortés. Los satisfechos. Ed. Llaüt & Sensenom, 2012
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