Por Ana Patrcia Santaella
Desafiando
al hábito intruso de la acomodación y la desmemoria surgen iniciativas
que suponen un trago de agua fresca, que merecen ser nombradas y
conocidas. Hablo, de “Voces del
Extremo”, se preguntaba Thoreau, ensayista y disidente nato, inspector
de ventiscas y diluvios, según su propia auto denominación, que significado tendría la belleza de la naturaleza cuando los hombres eran malvados, a parecidas conclusiones deben de haber llegado un nutrido de hombres y mujeres que llevan encontrándose desde 1999,
fecha en la que arranca el primer encuentro de Voces, encuentros de
poesía y artes diversas anticapitalista, en Moguer (Huelva).
Coinciden
casi tod@s ell@s, casi seguro, con Thoreau, con las mismas aspiraciones
de libertad, de ausencia de prejuicios, y empujando el barco contra
viento y marea de la resistencia civil y pacífica, enfurecidos también
ante las iniquidades, y casi con toda probabilidad afirmarían lo que él:
“mostradme un Estado libre y un auténtico tribunal de justicia, y
lucharé por ellos si es necesario”. 1
Y,” Tengo la sensación de que de algún modo el Estado ha interferido negativamente en mis legítimos asuntos”.
Pues
bien, estos encuentros que superan los diez años de vida, se acercan a
los quince, y que tienen su punto de partida indirecto en Edita
(Encuentro de editores y escritores independientes), de Punta Umbría.
Pensaron en buscar un espacio autónomo para desarrollar de forma
contestataria la poesía, surgió Moguer para rescatar el viejo ideal de
la insumisión, del no serviré. Y el espíritu de lo colectivo: el
humanismo. ( Antonio Orihuela, poeta y coordinador).
Después
de casi veinte años de una lírica apegada a la forma (novísimos,
venecianos, culturalistas), sin mencionar a la poesía de la experiencia,
venían a abrir caminos de búsqueda, contenidos, reflexión crítica desde
explícitos posicionamientos: alternativas creativas y consistentes al
yugo del capital, redes humanas fraternas, una plena y comunitaria
utopía, el emplazamiento de un diálogo desinteresado, de un intercambio generoso,
donar y recibir en suma, según escribiría en el prólogo colectivo de la
antología poética que compila este devenir poético-crítico de “Voces”,
(J. Jorge Sánchez).
Otro compañero, Eladio Méndez, de los más asiduos a estos encuentros, las palabras que ha escogido para definirlo son exactamente: Fraternidad y asombro.
La
agradable y sincera fraternidad que allí sintió, le hizo rememorar
añorados momentos infantiles donde todo se compartía. Comprobó como se
desvanecía el “yo” para fortalecer el “nosotros”, sus versos, su fuerza,
arraigaron tanto en su pecho que sigue escribiendo con minuciosa
objetividad sobre la crudeza y la verdad de la realidad que a todos nos
rodea.
Otra
participante reincidente, Begoña Abad, comenta:”acostumbrada a asistir a
encuentros de poesía donde lo importante es leer para “ser el mejor”,
mi asombro, mi grato asombro, fue descubrir que aquello era otra cosa
bien distinta. Nadie hacía sombra a nadie, cada cual alzaba su voz para
unirla al compañer@ en el gozo de permanecer junt@s”. “Tengo la
sensación de pertenencia a ese grupo humano, al que aporto y del que
recibo lo que me hace seguir convencida de que otro mundo es posible”,
añade.
Antonio
Orihuela, poeta y coordinador de los encuentros, a los que acuden
gentes de otros países incluso, en la entrevista que concedió al
sindicato C.G.T, explica que: “Voces del Extremo”, ha propiciado un
marco amplio de convivencia, cooperación, puesta en marcha de proyectos
comunes, antologías, organización de foros, apoyo a movimientos
sociales, etc.,
Y nos recuerda con acierto: “Es triste leer
poemas donde no vive nadie y escuchar poetas perorar sobre sus
ombligos, si además estas formalizaciones de lo poético son ensalzadas y
subvencionadas por las instituciones culturales públicas y privadas,
pues está claro que tenemos que huir de ahí, que ésa es la poesía de la
vida muerta entregada en holocausto al poder y capital.”
“la
poesía de la conciencia crítica, es la poesía anticapitalista de
nuestros días, una apuesta por llevar el debate al primer plano social”,
para la transformación individual y colectiva fuera del sometimiento
del capital, de forma autónoma, cooperativa y auto gestionada.
Justo
y oportuno es mencionar el apoyo incondicional que la Fundación Zenobia
Juan Ramón Jiménez les ha brindado infinidad de veces, donde se han
celebrado recitales musicales, flamencos y poéticos, y ha contribuido
editando la antología que recoge los poemas y textos de los
participantes (Antología 1999-2011) impresa por Francisco Peralto con
mimo y exquisitez en su propia imprenta y con sus mismas manos.
“Lo que hago en ti
Lo que haces en mí,
es lo que quedará después
cuando no estemos.”
MOGUER, TIEMPO Y ESPACIO
A mis compañeros de “Voces del Extremo”
Tener la certeza de pertenecer
al árbol que eres rama
y de reconocer las raíces
desde la tierra que lo alimenta
hasta la última de las criaturas.
que en él anida o se posan.
Confiar en que el viento
que nos azote fuerte
sólo conseguirá que las hojas
canten la misma cantinela
y que, llegado el otoño,
las que caigan serán abono
para las que vuelvan a nacer en primavera.
(extracto)
(extracto)
Begoña Abad
Bibliografía:
- Thoreau Henry D. Desobedicencia civil y otros escritos. Estudio preliminar de Juan José Coy. Editorial Tecnos, 1987, Madrid.
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