1 de septiembre
Amor, tu enemigo es el miedo, el
odio es compañero inseparable, entrañados en ti, como la tierra sobre la que
vives que sube y ocupa tu ser casi por entero.
2 de septiembre
Amor, una corriente imparable de
inmigración recorre Europa. Pero ¿qué es la inmigración? El proceso debido a
una política nefasta de desidentificar a un pueblo con él mismo, echándolo de
su territorio, por ejemplo, que no es lo mismo que el dolor personal ante el
desamparo absoluto en que se encuentra. El dolor, cuántos escalones tiene.
Cuánto daño, cuánto. Como gotas del mar Mediterráneo, cada una lleva su porción
íntima dentro y deja imágenes espeluznantes, como si la historia no fuera con
nosotros.
6 de septiembre
Amor, hay mucho amor que dar y
recibir. Vengo de comulgar y estoy en éxtasis… jodida vida.
19-20 de diciembre
Amor, vi el mar de otro modo,
hablé, conté historias, secretos, anécdotas, alcancé la brillantez de la nada,
descansé, me adormecí entre las sábanas y escribí el poema, al fin, sin poesía,
desnudo, una pequeña historia vino a mí, treinta años después. Debo trabajarla,
pero está aquí:
No te vas
El reflejo de la luz sobre el mar
Desde la ventana
Hace la noche
Treinta años no son demasiados
En tu busca
Fugitiva
¿No me acerqué demasiado?
¿Es así como funciona?
Desde dentro
La herida mana todavía
El árbol de la noche es un ave
del paraíso, quizá buganvillas,
Cerezo, ahora, desde lo alto.
No escucho la música,
No, ahí llega el flautista negro
Ha venido regresando de su exilio
para decir adiós con sus melodías,
Los danzantes, ella, no están
aun, o no quiso venir a recoger su vestido
¿quién baila en una noche así?
Pero diviso un fuego, la luna
reflejada da paso a un hechizo
De agua y fuego sobre el mar.
Voy a comer, y el encanto
desaparecerá
¿tan solo una ilusión?
No quiero la terraza, las
danzantes ausentes pero llegando
La música, tú en otra parte,
quizá.
Es hora de despedirse, o quizá,
todavía no.
27 de diciembre
Amor, gen y cultura pasean de la
mano en el jardín de nomeimporta, debatiendo su extraña unión tejida con telas
antiguas, bordadas o no, en cualquier caso, repletas de sangre brillante
derramada, qué experimento somos… pero no hasta el infinito, hay un límite
prefijado, una orden en los propios genes.
29 de diciembre
Amor, las canciones, los días
siempre igual, el pasear bajo la lluvia o sin ella, la muerte en el baño de madera
antigua, una mañana sin luna azul, la nieve de perder…
30 de diciembre
Amor, la nave va, debajo del mar
hay un árbol parecido a mí y una canción que el viento lleva, tiene hojas
amarillas y alguna verde por el aire, y el agua fluye por ella, como corriendo
en mitad de esa luz naranja que se adora. Vivimos un incendio, un olvido.
José María de la Quintana. Antes de que amanezca. Ed. Amargord, 2016
Fotografía de Juan Sánchez Amorós
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