Compañeros en la resistencia, en las largas conversaciones, en tantos encuentros aquí y allá, en la risa cálida, en la conversación inteligente, en los paseos por Quintana de la Serena, en el amor a los burros, en la magnífica indiferencia hacia cargos y honores, compañero Agustín, compañero en la divina Acracia, ¡feliz travesía!
Antonio Orihuela
Pablo ha puesto esta tarde dos veces Libre te quiero en el coche...
Una gran pérdida para todos, especialmente para los que no le conocían. Habló con la lengua de los clásicos y con la del pueblo, siempre intenso y esencial. Seguramente no lo habréis oído en los telediarios. Las grandes pérdidas nunca son motivo de luto nacional. ¡Estoy triste, amigos! Dejad que resuenen en todos vosotros los versos de su Libro de conjuros, por ejemplo...
José Miguel Prado
Murió una enciclopedia.
ResponderEliminarBuen homenaje a Agustín, Antonio... Se lo merece. También os quiero recordar que ha muerto Juan Pérez Silva, anarquista donde los haya, hijo de María la Libertaria, la única superviviente de la masacre de Casas Viejas.
ResponderEliminar¡El Infierno se está poniendo la mar de tentador!
No sabía nada de la muerte de Juan Pérez Silva, pero descuida que le dedicaremos un recuerdo. Gracias por la nota. Saludos cordiales.
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