Ciudad-Sin-Ranuras*
«Todos
ellos
rechazan
la
Revolución.
Vigilantes
de
toda
función
ahorcan
a
cualquiera
que
consiguen
dominar.
Perturbadores
de
todas
las
naciones
asolan
la
Ciudad
en
un
alud
de
lanzallamas
y
cócteles
molotov.
Centinelas
apostados
por
todas
partes
abren
fuego
sobre
la
muchedumbre
a
Intervalos
Arbitrarios.
La
Policía
nunca
se
mezcla
con
el
presente,
so-
Yuggoth*
-lo
gira en el éter negro de la orilla. (Voz susurrada): ... id con los
hombres y hallad sus caminos, ... con la máscara de cera y oculto
por la ropa, descendía desde el mundo de los Siete Soles para
burlar... (Voz humana): ... (Nyarl)athotep, que porta la alegría a
Yuggoth atravesando el Vacío, padre del millón de favorecidos,
majestuoso entre... (Fin de la graba-
Erewhon*
-ción
de la maquinaria en todo Erewhon. Él insistía en que debía
considerarse a las máquinas como parte de la naturaleza física del
hombre. Decía que "el hombre es un mamífero maquinado". A
diferencia del resto de animales, muchos de los miembros del ser
humano están sueltos y separados, ahora aquí, ahora allá, en
diversas partes del Mundo, algunos siempre a mano para un uso
eventual, y otros en primer lu-
Bensalem*
-gar
cuentan con Tres que se preocupan de supervisar y dirigir los nuevos
experimentos, desde un punto de vista más elevado y penetrando
todavía más en la naturaleza de los anteriores. Les llaman
Lámparas. Otros tres ejecutan los experimentos así dirigidos, y dan
cuenta a aquellos. Los conocen con el nombre de Inoculadores. Por
último, en Bensalem tienen tres que sintetizan des-
La
Ciudad del Sol*
-pués
de las iras iniciales, si incurrieran en injuria de hecho,
castigándolos en secreto; si de palabra, esperan a la Guerra para
decidir, diciendo que la ira debe cumplimentarse sobre los enemigos.
Y quien después en la Guerra realiza más actos heroicos, se
considera que ese tenía razón en el altercado del honor. Los duelos
mano a mano no están permitidos; quien quiera hacer ver que es
mejor, que lo haga en o-
Tlön*
-tra
operación imposible. Una de las escuelas de Tlön llega a negar el
tiempo: razona que el presente es indefinido, que el futuro no tiene
realidad sino como esperanza presente, que el pasado no tiene
realidad sino como recuerdo presente. Otra escuela declara que la
historia del universo es la escritura que produce un dios subalterno
para entenderse con un Demonio. Otra, que mientras dormimos a-
Licnópolis*
-quí
no encontramos a ningún ser humano, sino muchas lamparillas yendo y
viniendo por la plaza y por el puerto, en charlas y en tratos, las
unas pequeñas y como pobres, y otras, las de los grandes y
poderosos, brillantes y esplendorosas. En Licnópolis las oíamos
hablar con su voz y nos ofrecían presentes de hospitalidad;
nosotros, sin embargo, les teníamos Miedo y ninguno de los nues-
Anarres*
-tros
es
rico.
Ninguno
de
nosotros
es
poderoso.
Si
lo
que
vosotros
queréis
es
Anarres,
si
es
ese
el
futuro
que
buscáis,
entonces
os
digo
que
vayáis
a
él
con
las
manos
vacías.
Tenéis
que
ir
a
él
solos,
solos
y
desnudos,
como
viene
el
niño
al
Mundo.
No
podéis
tomar
lo
que
no
habéis
dado.
No
podéis
comprar
la
Revolución.
No
podéis
hacer
la
Revolución.
Solo
podéis
ser
la
Revolución.»
Enrique Falcón. Porción del enemigo. Ed. Calambur, 2013
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