Mi existencia
Vivo entre el amor
la muerte
y así van pasando
los
tiempos muertos de
mi existencia.
Vivo rodeado entre
el miedo
la angustia y la
muerte
el amor y la
libertad.
El amor y la
libertad
son la luz necesaria
de nuestro vivir.
Pero al vivir
tropiezo conmigo
mismo
y por encima de
todos
los razonamientos
posibles
no acepta mi mente
la razón ver
hombres encarcelados.
No es de razonar
ver hombres cogidos
a unos barrotes que
le niegan
la condición de ser
seres humanos.
Dudo si estos
pensamientos
me llevan a vivir o
a morir.
No sé si quiero
matar
o que me maten.
Pero no se puede
continuar viviendo
junto a otros
hombres
que viven
encarcelados
por intereses de los
demás.
No deben seguir
muriendo
los hombres en las
prisiones
mi mente no puede
permitirlo.
Me estoy rompiendo
poco a poco a mí
mismo,
me voy destrozando
entre tanta angustia
carcelaria.
Busco algo o alguien
que mantenga mi
esperanza
nada de mi cuerpo es
mío.
Busco cien labios
abiertos
para estrellar cien
besos muertos.
Vuelvo a casa
cansado
llevo la cárcel
conmigo.
El hombre apresado
a una reja me mira
esperando que vaya a
liberarle.
Nada es mío, todo
es de él
no tengo casa.
Mientras la vida
sea sangre ajena
Mientras la vida sea
sangre ajena
derramada,
sangre muerta día a
día
para que otros
vivan,
encontrarás hombres
que se desangran
en cualquier sucia,
podrida cárcel.
Mientras la vida
sea sangre ajena,
encontrarás miles
de celdas
de cemento inútil,
llenas de hombres
con vida,
inteligencia
y corazón:
hombres que intentan
vivir
y que el hombre sea
vida.
¿Qué son las
cárceles
sino sucios
cementerios?
mientras la vida
sea sangre ajena
sangre encontrarás
en el polvo
y en la tierra.
El hombre
revolucionario
no vive aquí.
Muere hoy sobre el
asfalto
sucio de paz
y entre muchos
muertos vivos
encontrarás su
muerte
y el silencio
y el aire aquel día
sabrá a sangre
derramada por la
libertad,
y los perros con sus
manos sucias
se llevarán su
cuerpo apaleado
mientras otros ojos
recordarán un
hombre
empuñando un arma y
así.
Mientras la vida
era sangre ajena,
nacían otros
revolucionarios.
A George Jackson
(Joven
revolucionario negro muerto en
la cárcel de San
Quintín el sábado 21 de
agosto de 1971
después de llevar diez
años de cárcel.
Era un pantera negra.)
George Jackson,
negro joven,
criado en las calles
olvidadas de
América.
Vagabundo de la
noche,
educado entre
prostitución
vicios y niños
hambrientos.
Por eso lo primero
que aprendiste
fue que robando se
podía sobrevivir.
Sesenta dólares de
robo,
diez años de cárcel
y después la
muerte.
Pequeño botín
y suficiente para el
capitalista
que busca
justificación
para su criminal
represión.
Día tras día,
hasta llegar a diez años
… te hubiera
sobrado tiempo!
si no te hubieras
convertido
en revolucionario,
te imagino entre
esos sucios barrotes.
Día tras día
en tu lento
aprendizaje de vida.
Día tras día
sintiendo la
revolución de tu mente
hasta llegar a la
conciencia.
Te veo en ese perro
vagabundo corriendo
en la noche
hasta llegar a
producirse el cambio
que te hizo sentirte
una pantera.
Pantera negra
enjaulada.
Te veo enjaulado
perseguido y herido
por los dementes
cazadores de hombres.
Les diste miedo
hasta dentro de la
cárcel
y que casi te
conviertes
en esa Pantera Negra
que devuelve con su
más violenta rabia
hacia ese asesino
loco
que te llevó a
prisión
la frustración
mezclada
con la potencia
revolucionaria
de 10 años de
cárcel
quizás podamos
encontrarla
el día de tu
asesinato
pistola en mano
dentro de la
prisión.
Casi se repiten
hechos y frases
con la muerte de tu
hermano
de tan solo 17 años
diciendo su única
frase en libertad.
¡Ya es suficiente
señores
ahora soy yo quien
decide!
Quizás tus 10 años
de frustración humana
queden resumidos al
momento de tu muerte
haciendo tuya esa
frase
en su máxima
expresión.
“YA ES SUFICIENTE
SEÑORES
AHORA SOY YO QUIEN
DECIDE!
Jesús Llamas (Villanueva de Algaida, 1950-Sabadell, 1990)
“Nací en Villanueva de Algaida, provincia de Málaga.
Cuando tenía doce años mi familia emigró a Catalunya por las mismas razones de tantas otras familias obreras.
No tenia conciencia de clase en aquel tiempo pero ya no entendía que hubiera miseria mientras otros tenían riqueza.
Fui al colegio hasta los once años.
Hace tiempo que escribo sin haber publicado nunca nada hasta el momento.
Como otros tantos obreros y compañeros del barrio fui detenido en 1970 por luchar contra la dictadura fascista.”
Este es el breve extracto biográfico que Jesús Muñoz Llamas escribió en el año 1977 a modo de presentación en una modesta publicación editada en Sabadell, y que bajo el título "De puerta en puerta" recogía poemas de diversos autores, los cuales se presentaban como "poetas del pueblo". Los quince poemas que seleccionó Llamas en aquella ocasión, y que se podrían fechar entre 1974 y 1977, ya destacaban por el uso de un lenguaje directo y sin retórica para canalizar una experiencia de revuelta y compromiso dentro del contexto político y social de aquel momento. De un año más tarde, 1978, datan sus primeros dibujos que redireccionarán y amplificarán este gesto poético inicial.
La suya fue una vida restituida y sustentada entre la poesía, el dibujo y la pintura. Una vida vivida intensamente, comprometida y que oscilaba entre un deseo exultante y un soterrado desasosiego, con un inesperado formato que él eligió y que finalizó cuando en 1990 fue encontrado muerto en su pequeña casa del barrio de Ca n'Oriac en Sabadell. Tenía apenas cuarenta años.
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