En el Pont de Vilamara, Manresa (Barcelona), la explosión de una caldera de
vapor ha sepultado un gran número de mujeres y niñas de cinco y seis años y
algunos hombres. Se sabe positivamente que la máquina no reunía la
seguridad que la ley exige y, además, al ser detenido el maquinista confesó que
estaba en mal estado a consecuencia de la continua presión, pues la ma-
yoría del tiempo trabajaba con más fuerza de la que su potencia requería.
El burgués estaba ya avisado del peligro, pero como dicho señor no tenía
otra participación en la fábrica que la de retirar las ganancias, al ponerle
en conocimiento el estado deficiente de la máquina, contestaba: “Ya, ya.
Lo tengo en cuenta...” No solo regateaba las frases de la más vil
compasión hacia las criaturas, que no más nacer, la fiera burguesa ya les
chupaba la sangre... El número de víctimas todavía no lo ha transmitido la
prensa y hasta la llamada liberal, ha escaseado los datos más sencillos...
nuestros cuerpos destrozados no les despiertan el sentimiento de justicia.
Teresa Claramunt. “Victimas del Capital”
Artículo en el periodico Humanidad Libre. Valencia, 1902
El trabajador en situación irregular
Frans Riller Melgar
perdió el brazo izquierdo
mientras trabajaba
en el Horno Rovira Safor de Gandía
la máquina de amasar
se lo segó de cuajo
Jonathan A. de veinte años
falleció al ser aplastado por una carretilla elevadora
José Luis Montaño
se precipitó desde un tejado en construcción
diez metros en caída libre
padece una lesión medular
con diagnóstico de paraplejia
después de dos años en la empresa
ganaba 700 euros mensuales por 12 horas de trabajo
durante seis días a la semana
fue ingresado en el Hospital General de Albacete
con el nombre de un compañero suyo ya que
carecía de los cursillos necesarios
no tenía contrato laboral
no estaba dado de alta en la Seguridad Social
esto no le parecía anormal
porque el resto de sus compañeros estaban igual
la empresa carecía de sistemas de seguridad
los compañeros denunciaron que estas cosas pasan
porque nos tienen trabajando a toda velocidad
para conseguir los incentivos por productividad
le ordenaron huir
tras presenciar la muerte de un compañero
en la obra donde trabajaba
su jefe lo dejó a 200 metros del hospital
y tiró el brazo a la basura porque
según sus propias palabras
no se podía parar la producción
había que seguir trabajando
la cadena DIA ha declarado que el fallecido
no pertenecía a la empresa
del empresario Raúl Valiente
que en principio le prometió
que correría con todos los gastos
no ha vuelto a saber más
si bien el mismo empresario ha declarado a la prensa
que el accidentado
era primo de un operario
y que estaba ese día en la empresa de casualidad
tras prestar declaración
los dueños de la empresa
han quedado en libertad
mientras
el accidentado
enredado en un litigio sin fin con las mutuas
aún no ha recibido ninguna indemnización
las piernas de Cristiano Ronaldo
han sido aseguradas en cien millones de euros.
Antonio Orihuela. Esperar Sentado. Ed. Ruleta Rusa, 2017
¡Toooma, capitalismo, en toda tu criminal entrepierna!
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