Veo que yo os soñé
y que habéis sido buenos sueños
Antonio Orihuela
Mientras tomo el sol
en el silencio de un jardín,
que ya hace tiempo no es mi paraíso,
soy consciente (ya lo fui hace años),
y hoy tomo posesión
de que la felicidad está más allá
de estos orígenes
que ahora tienen más flores que ningún año.
El sueño de Antonio
alcanzó la realidad que me angustiaba entonces
y su respiración apaciguada
me envolvió en una red
que ahora comparto
haciéndome sentir, al fin,
que pertenezco.
No son necesarios jardines
ni flores ni mentiras,
sólo es necesaria la vida.
Hay árboles con nombres propios:
Antonios, Eladios, Enriques, Mar, Ángel-es,
Joaquines, Isabeles, Camino, Mari, Juanes, Javieres,…
que me dan sombra
para que no pierda la piel
en el estío.
Montserrat Villar González. Sumergir el sueño. Ed. Lastura, 2019
Montserrat Villar González. Sumergir el sueño. Ed. Lastura, 2019
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