Quisiera
evocar al poeta Chan Kin Viejo, patriarca de los Lacandón Maya, quien vivió en
las montañas del sur de México durante 116 años hasta finales de 1994. Chan Kin
afirma que “Las raíces de todas las cosas están agarradas de la mano.”
Igual que en Japón, las montañas de México
son sagradas, y la montaña más santa de México es el volcán Popocatepetl, “El Popo”
y seguramente las raíces del Popo están entrelazadas con las del monte Fuji-san.
¿En dónde termina el volcán Popo? ¿Dónde empieza el volcán Fuji? ¿Las raíces de
todas las montañas están conectadas? Los Andés con la Himalaya?
Las piedras de la Himalaya, como esta que
reciben hoy como regalo, están llenas de joyas y brillan y destellan como
espejos de plata. Reflejan la luz del sol igual que la de la luna.
Por los caminos de las montañas Himalayas se
ven hombres y mujeres rompiendo las piedras con martillos para hacer grava para
la construcción de las carreteras y los edificios.
Encontré una piedra que brillaba en un montón
de grava y la llevé a mi cueva y cuando la vio mi amiga Khimi Devi se prendó de
ella.
“Regálame siquiera un pedacito de esta piedra
preciosa” me rogo, y le regalé la roca, pero cuando se dio cuenta de que afuera
de su casa había un montón de grava igual que su “joya”, decepcionada la aventó
a la basura.
El sabio poeta hindú Shantideva escribe en el
siglo VIII sobre la gran suerte de que un limosnero ciego encuentre una joya en
un montón de basura. En el Budismo la sabiduría se representa por una joya.
El Poeta vietnamita, Thich Nhat Hahn:
"Si eres un poeta, verás claramente que hay una nube
flotando en esta hoja de papel. Sin una nube, no habrá lluvia; sin lluvia, los
árboles no pueden crecer; y sin árboles, no podemos hacer papel. La nube es
esencial para que exista el papel. Si la nube no está aquí, la hoja de papel
tampoco puede estar aquí. Entonces podemos decir que la nube y el papel se
interrelacionan. "Intra-ser" es una palabra que no está en el
diccionario todavía, pero si combinamos “intra” con el verbo "ser",
tenemos un nuevo verbo, intra-ser. Si miramos esta hoja de papel aún más
profundamente, podemos ver la luz del sol en él. Si la luz del sol no está
allí, el bosque no puede crecer. De hecho, nada puede crecer. Incluso nosotros
no podemos crecer sin la luz del sol. Y así, sabemos que la luz del sol también
está en esta hoja de papel. El papel y la luz del sol intra-son. Y si
continuamos mirando, podemos ver al maderero que cortó el árbol y lo trajo al
molino para transformarlo en papel. Y vemos el trigo. Sé que el maderero no puede
existir sin su pan de cada día, y por lo tanto el trigo que se convirtió en su
pan también está en esta hoja de papel. Y el padre y la madre del maderero
también están allí.
“Cuando miramos de esta manera, vemos que sin todas estas
cosas, esta hoja de papel no puede existir. Mirando aún más profundamente,
podemos ver que también estamos en él. Esto no es difícil de ver, porque cuando
miramos una hoja de papel, la hoja de papel es parte de nuestra percepción. Tu
mente está aquí y la mente también está. Entonces podemos decir que todo está
aquí con esta hoja de papel. No se puede señalar una cosa que no sea aquí: el
tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, los minerales en el suelo, la luz del
sol, la nube, el río, el calor.
“Tan delgada como es su hoja de papel, contiene todo lo que hay en el
universo.”
Así como existe sólo una
montaña Fuji-Popo-El Everest-Monte Kailash-El Monte Olimpo- El Monte Sinai-El
Kilamanjaro-Krakatoa-Matterhorn- Aconcagua, ¿sólo existe un gran poema que nos
dicta a a todas/os y nos une?
¿Somos las/los secretarias/os
del gran poema?
Como luciérnagas volando
frente al sol.
En
Chiapas, en México a cualquiera se le considera poeta hasta que demuestre lo
contrario; los poetas son tantos que
decimos “No vayas a tirar una piedra porque vas a pegar a un poeta.”
Las montañas Himalaya
brillan hasta en la oscuridad en las noches de luna. Su piedra destellante
releja la luz de la luna al igual que a la vez, la luna refleja la luz del sol.
El Gran Poema es como un
espejo. Cada poeta se asoma a este espejo y ve el reflejo de su poema.
El espejo, que por supuesto
no está afectado por los reflejos en su superficie se ríe de todos nosotros.
Creer que uno crea un poema de
su propiedad, ¿no es como el chivo que orinó en la playa y creyó que había
creado al mar?
Nosotros mismos y todo lo que aparece ante nuestros ojos es El
Gran Poema.
Todo sonido que se oye
es la armonía del Gran Poema.
Todo pensamiento es
dictado por El Poema.
Somos los poetas como las gotas
de agua que en su conjunto proyectan
el arco iris.
Todos
JUNTOS somos El Poema.
Ámbar Past
(Plática
entre poetas en la Universidad de Chuo Tokio, Japón, 12 de octubre, 2019)
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