3 de Agosto, en Katmandú, Nepal,
en la Freak Street,
en un cruce cósmico,
encuentro a uno de mi pueblo,
a uno de mi casa,
a uno de mi misma cofradía...
en un chocar de imanes magnéticos,
con la mejor energía del mundo,
damos las gracias a Avalokiteshvara
frente a un molinillo de oración.
¡Que el Gran Poder te lleve,
que junto a las rosas de tu casa
te dé su bendición!
Que tengas un doble bautizo
en el tranquilo Ganges,
orillas del Guadalquivir,
que no olvides este abrazo eléctrico,
este instante en medio del polvo primordial...
hermano alfarero de manos alegres,
qué hermosa vasija
sin arte,
lugar,
ni forma,
la que nos contiene.
Antonio Orihuela. Madera de un sólo árbol. Ed. Delirio. Salamanca, 2009. (2ª Edición en 2012).
Esperar Sentado. Poesía Completa. Ed. Ruleta Rusa. 2014
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