La Banda Colorá es de compleja gramática,
en especial por todos sus accidentes.
En algún estudio de fonología
aún se analiza el caos de su
pronunciación
y el grito mudo de sus fusilados.
A veces la ciencia se confunde y echa un
ojo
al campo semántico de la viuda y el huérfano.
En resumen, hay evidencia científica:
Muerte segura es el sujeto de toda oración.
Pero lo más curioso viene a ser
que la Banda Colorá también es
roja
y el signo cromático perdió el sentido
y la dimensión pragmática de su color.
Hay que decirlo, es una pena para el
pasado
que su comunicación visual salga
perdiendo.
Y la cosa no fue a más para los rojos
gracias al arsenal de una canción de
cuna
que cada noche -sin falta- nos cantaban:
“Bebe de su sangre y morirás fuerte y
sano”.
Así las cosas,
este análisis no puede quedar chungo,
pues los hijos también éramos rojos.
Simplemente la mala yerba del
vecindario.
Por eso entre noche, luna y canturreo
también de rojo nos tintaron los
chupetes.
Farah Hallal. Besar la pólvora. Isla Negra Ed. 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario