A los alumnos y profesores del IES "Tamujal", Arroyo de San Serván.
Cada vez que paso cerca de los aeropuertos de las bases militares del Golfo, escucho a pilotos de una especie diferente decir las palabras "águila", "noviembre", o "destino Irak", y ya sé que no van a bombardear libros, ni a disparar panes. Para que un hombre mate a su hermano sólo hace falta un hechicero que sepa meter con cuidado un Totem y un Tabú enormes dentro de la cabeza de un niño. Dicen los expertos en comunicación que el éxito radica en adaptarse a los registros mentales del lector, oyente o consumidor. Una vez, los niños de un instituto me hicieron una entrevista y me preguntaron si mi país iba bien. Yo, que me dedico a la poesía, un arte que vende muy poco y comunica menos, les contesté:
- Las ideas de estado y nación, con fronteras, administración, bandera y monopolio de la fuerza coercitiva son una creación humana muy reciente, una forma débil y degenerada de nuestro antiquísimo culto del Tótem colectivo, pero a nivel práctico son una programación infantil y arbitraria que ha sido inculcada a todos los habitantes del planeta, con la excepción de los pocos que aún se mantienen en la cultura tribal de la familia extensa. El poder liberador y la inteligencia de la poesía están en su inocencia y su desnudez, y miramos a nuestro alrededor de nuevo y empezamos a no entender porqué protegemos a las aves migratorias y no a los seres humanos que migran huyendo del hambre o de la injusticia. La poesía os hará de todos los sitios, extraños y extranjeros en vuestra propia casa, un estado soberano derivado sólo de vuestro propio consentimiento, y cualquier poemilla que escribáis os servirá de carta magna y de declaración de independencia.
Daniel Macías. Diario de un piloto del desierto. Ed. Baile del Sol, 2013
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