PARÁLISIS
Todas las noches de tormenta
se abren las esclusas de tu memoria
mientras el cendal azul del ozono
te paraliza con su electricidad marina,
con su rebullir de abejas mojadas.
Sin moverte respiras entonces
el misterio primero
de aquel desnudo innombrable
en el que comprometiste tu vida,
y te abandonas luego a las luces desarboladas
de lo que fue sólo
un sueño
que en sus mareas aún te nubla,
ciega huella de lo amado
en el reino puro del olvido.
Tentación eres de la renuncia,
hasta no dejar tu sangre
de navegar su luna caída.
Tan dentro de una sombra existes
que nunca por nadie serás reconocido.
NO
LLEGA
Aunque no vengas
yo saldré a esperarte
en mi cultivo diario
de un sueño mío contigo,
y regresaré después
de entregar al aire
mi secreto,
que en tu olvido
más puro se torna.
Nunca a nadie diré
que salgo cada mañana
en búsqueda de tu lugar,
que no existe sino en el impulso
claro
con que el deseo lo crea.
Clandestino voy en el temblor de tu fuga
y hablo conmigo
hasta de lo que no sé.
El mismo horizonte tendrá mañana sin ti,
soledad distinta para el mismo ayer,
el mismo engaño dulce
de hacerte transparente en tu sordera.
El tiempo es un hálito
donde todo se empaña
con lo que no llega.
Tempero de humo amor es hoy,
pero amor siempre,
pues hasta en lo que niega es
inmortal.
***
SABES
Sabes que ya
no es tu hora,
por eso amas
la transparencia
y lo abrazas
todo
como a una
forma muda
que te
respondiese sólo a ti.
Inventas una
vida
en las ramas
más frágiles del sueño,
allí donde
transpira
lo que nunca
responde.
Adornas tu
cuerpo
de astro
solitario
como si aún
fuera a llegar,
y así te
consumas secreto,
temblando en
la pura mentira
de tu única
verdad.
Sin
destierro ni despedida
pasa por ti esbelta la soledad,
pues cuando
hay herida sin filo
ninguna
sombra canta en la sangre.
Tan cierto
estás de tu lugar en el mundo
que en
ausencia tu libertad se deslumbra,
y poseído
eres sin tiempo
por el aroma
invisible de lo desconocido.
***
RETIRARSE
Cuando alguien
se retira
se inviste de
atardecer,
y entre latidos
se borra
por su misma
tristeza besado.
Mira, y sólo ve
la emanación de lo que deja.
Oye, y en cada
palabra
hay una
habitación vacía.
No piensa, vive
en transparencia
de lágrima en
todo.
Sin nombre ni
aposento
habitará
extranjero
hasta su propio
temblor.
Algún día
llegará a un lugar
y creerá que
nunca se ha ido.
***
DESTINO
Estoy triste
para desde la purificación de una empañada nube baja
decirte que te amo.
Y volver en lenta despedida de los seres y las cosas
al principio indivisible de tu nombre
convertida mi vida en crisálida de lo que te llevas
mientras te alejas.
Estoy en sombra tuya,
con esa sabiduría con la que el alma tiembla en la
mirada
cuando los ojos están radiantemente nublados
en un pequeño bosque de lágrimas.
Estoy quieto, retrasado en la luz de tu memoria,
para decirte que te amo.
Soy la memoria sin ti
de todo en lo que me fuiste creando,
el lugar herido de tus pasos;
por eso crece en mi sangre la rosa silenciosa de no
buscarte
al mismo tiempo de decirte que te amo.
Estoy al lado de lo invisible
que respira desde un corazón en llamas
mientras un doble silencio blanco
de tu imagen dolorosamente me separa.
Sin territorio a ti me abrazo
para decirte que te amo.
Estoy, pasados los años,
en el mismo día de tu anuncio,
cuando quemaste mi pecho
con tu hora transparente.
Por eso sin tiempo te recibo
en mi propio aire asfixiado,
y en soledad te resucito
para decirte que te amo.
El horizonte de este poema
es ya, amor, tu misma lumbre sostenida,
el resplandor de tu ceniza.
Y el escribirlo ha sido, amor, sellar contigo mi único
destino.
Javier Lostalé. Tormenta transparente. Ed. Calambur
No hay comentarios:
Publicar un comentario