documentos de pensamiento radical

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viernes, 31 de octubre de 2025

¿Hacia dónde vamos?




Donde había mineros, ahora nos encontramos
con una escultura que los recuerda.


Donde una bulliciosa plaza del pescado tenemos
a la puerta
una solitaria pescadera tallada en bronce.


Donde estaban las vendedoras de verdura, tres cuartos
de lo mismo.


Donde había actividad, solo hay actividad
de turistas haciéndose fotos con lo que era,
con lo que hay.


Así que cuando inauguraron un conjunto escultórico
con el título “Cabeza de manifestación”, me puse
en lo peor.


¿Les suena la ley mordaza?

 

 

LOS EXENTOS.  El s¡Gno dE loS tiempos.
LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA

jueves, 30 de octubre de 2025

3 poemas de VERSOS MARRUECOS de AHMED MGARA

 


A mi triciclo.


  Juntos compartimos duros golpes y sublimes caídas.

Aún recuerdo las arrugadas manos de mi padre y sus surcados dedos posándose sobre mis hombros cuando tú y yo emprendíamos aquellos fantasiosos viajes de escasos metros en el pasillo de mi casa o sobre los áuricos adoquines de la Plaza de la Iglesia de Río Martín.

Sobre ti  mis sueños sobrevolaban las nubes a grupa de veloces alegrías y me daba la impresión que sólo en tus pedales mis pies hallaban la plena libertad.

Y tus ruedas de espuma volaban sobre los versos de mi niñez, ya lejana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al olivo seco.


Postrado ante la majestuosidad del Dersa y del Gorguez se diluyen mis lágrimas ancestrales, se vierten en mis lacrimales los destellos de tiempos lejanos de siglos desfasados.

Con mis raíces abrazando los rayos del sol, vivo mis recuerdos más lejanos, recuerdos en los que yo, no me podía despegar aún de mis suelos profanos.

Recuerdo, vagamente, cómo seres altivos me regaban con los sudores de sus frentes y con las lluvias de sus rezos y de sus blasfemias.... Hasta que me pude mantener en pié y alzar mi vuelo hacia nubes andalusíes y alpujarreñas que sobrevolaban el techo de mis nostalgias.

Y ahora, cansado de ires y de venires de aires inclementes, abdico del trono de mis alturas y dejo humedecer mis costillas con los vientos del Poniente mediterráneo que sopla como alas de magia benigna sobre los costados embalsamados de mi cuerpo.

La sequedad me embarga cada entraña. Me cubre de negrura amarillenta y de mohos espectrales.

Secos llevo los restos de mi cuerpo, antaño lleno de jolgorio y de alegrías bailadas cerca del Darro y bajo la sombra de mi Alhambra soñada.

No sé si muerto estoy o muriéndome voy sobre la aridez de esta tierra de cenizas y perfidias sanas, pero siento una polvareda desprenderse de mis pocas ramas pobladas, derrotadas por la sequedad de los años. Sin frutos en sus entrañas, tan sólo contemplan los vuelos de las aves migratorias sin ilusión ni esperanzas.

Seca y muerta está la tierra que me entorna.

Casi estoy muerto de tanta ausencia de brisa y de vida... y eso que no dejo de ver el color celeste de la mar que bailotea al son de las olas y sus plácidas caricias al llegar a la orilla de la mar.

Partirán mis restos a mejor vida, pero las cenizas que heredé de los siglos se quedarán aquí esparcidas, rimando en la poesía de los olvidos y de los olvidados.

Nadie querrá escribir en mi epitafio una letra mayúscula.

Dirán que no fui más que un árbol sin carisma y sin frutos, haciéndoles sombras a mis ramas.

Dirán que nunca fui rima para los versos de esta tierra morisca donde creció mi retina y se vio violada mi más honorable rama.

Me dejarán vivir en paz.

El Monte Dersa acoge a la Medina andalusí de Tetuán en su regazo y la montaña del Gorgues la protege de los fríos del este… siempre en frente de una sierra que desde el sur del Ándalus, se asoma para ver llorar y consolar a su hermana menor que sufre las distancias como cautiva de eras lejanas.

 

 

Al alma de Abdelaziz Mousmadi

Artesano del zéjel… del alma.

 

Amigo, dime cómo es el paraíso de los poetas muertos, háblame de sus arrayanes y de sus verdes mirtos. Dime como es el silencio entre las paredes del cedro y sus tientos.

Háblame, amigo, de tu ultimo y postrero viaje, cuéntame cómo, tus angelicales versos, se engranaron en tu equipaje.

Dime, amigo, si estás mejor tras la larga travesía, si has encontrado en el más allá, en  tu sacro encuentro, la paz que el alma ansía.

Desahógate con la forja de mi sombra, versificando con yunques de azahares, y cuéntame cómo brillan tus nuevos andares.

Descríbeme, amigo del alma, cómo son los sueños en tus nuevos lares, y de qué color son sus sedas y sus negroides telares.

Háblame, aunque fuera en el letargo otoñal, de los suspiros, de los sentimientos y de los hondos respiros que en el cielo alumbran tus paradisíacos caminos.

Háblame de los cipreses y de su musgo en los albores de tu amada Granada, y de la bruma invernal de la que ya no queda nada.

Compañero de mis años postreros, dime qué se siente dentro de la soledad de la mortaja, y si es cierto que da paz y sosiego, como el brillo a  una alhaja.

Amigo, háblame de la quiebra de las estrofas mundanas y de la rosa de los vientos que de la poesía emanas.

Háblame del Cielo y procura escuchar la campana de los sacerdotes repicar, cada amanecer y antes de su  atardecer.

Y escucha  el llanto que tu Tetuán vierte y derrama por perder la miel de su mejor rama.

Escucha el suspiro que clama, el vacío que dejaste en la garganta de la gente que te ama.

Escucha el dolor que suspira del Barrio Málaga hasta la silla amputada en el Zahra.

Siente, amigo, el dolor que exornan los lacrimales de quienes compartieron contigo el todo y la nada.

Mira cómo te llevamos a hombros, como el trono elegante de tu majestuosa mirada.

Y sea que te resulte claro o no, sin ti, nos faltan tu risa y tu gracia, tu sensualidad y tu elegante gracia.

La oquedad de tu ausencia se ensancha sobre la inmensidad del yugo desterrado a la isla de la mediocridad y del olvido.

Tus zéjeles, de negra túnica se visten, se niegan a rimar si no es con los latidos de tus dedos.

También ellos, perdieron mucho, de su alma, si no las entonan los labios de tu boca.

En tu entierro estuvimos todos tus amigos…pero faltabas tú. Descansabas en Paz… y no nos decías nada.

Y mientras abrazabas la granate arena de la tierra, sentí que el verso se quiebra, entre el Gorgues y el Dersa.

Se nublan las lúcidas ideas, se esfuma la rima.

Se nos fue un poeta, se nos secó su fuente.

Descanse en la Paz del Omnipotente, en la gloria del Creador, el alma del insigne poeta de alturas que tan solo sabía ser humilde.

Dios te bendiga en su Eternidad.

Temprano se nos fue a mundos lejanos cuyos caminos no se ven desde mi ventana.

Se nos fue, sólo en su caminar, sin volver sus pupilas hacia atrás.

No regresará. No volverán los oídos de mi hijo a escuchar su voz diciéndole "Ahlan be chab addarif".

Ni yo volveré a escuchar su voz  hablar de la unión de los orígenes con las raíces.

Descansa en Paz, amigo.

Tus versos velarán tu última morada y los arrayanes te cantarán una nana.

 

 

 

Ahmed Mgara. Versos Marruecos.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Pobre de ti, idioma de mis versos.



 

Sobre maderas carcomidas llegaste

a la tierra que grita tu ausencia

Aquí, siglos llevas y llevaste

soportando las renuncias.

¿Qué espina te hirió, Castellano?

¿Quién arrancó tu flor de mis tertulias?

¿Quién cerró tus aulas

y las hojas de tus libros?

Castellano, idioma cautivo,

bajo tu sombra riego

el verso más altivo.

Amamantaste a Cernuda,

encumbraste a Neruda,

me quitaste la duda

del punto y de la  coma.

De mi pluma fluyes

como el Darro bajo sus nubes.

En mi pensar anidas

con Alberti, Becquer y sus estrofas.

Castellano, déjame profanar tu léxico,

y serle fiel a cada línea

de tu diccionario.

 

 

 

Ahmed Mgara. Versos Marruecos.

 



martes, 28 de octubre de 2025

Sequemos las espaldas

 



 

Soltad al mar las amarras

y dejad en las olas sus negruras.

Decidles a quienes me esperan

que no han de esperar,

que en la mar las olas mandan

en quién desea regresar.

A lomo de nubes el sol se aleja,

mi « PATERA» ataúdes ensancha.

dadle a mi novia esta alianza

y el juramento que le di al desposarla,

que, tantas olas y tanto rugir en la mar,

no me gustan nada.

Dejad que los remos abran caminos

sobre la espumosa ira del Estrecho,

que nos alejen de las  rocas y arenas

de África y de los acechos.

Decidle a mi madre, si no vuelvo,

que bendiga, de mi ataúd, cada clavo.

Y, si llego, la enviaré a la Meca

para que rece por mi destino.

 



Ahmed Mgara. Versos Marruecos.

 

lunes, 27 de octubre de 2025

2 poemas de VERSOS MARRUECOS de AHMED MGARA


 



Himno del Athlétic de Tetuán.

 

Despierten de su letargo letal

las almas de Tetuán, oro metal.

 

Recuerda las gradas del Varela

y el fulgor del gol que me camela,

rojiblanca es mi camisola.

Humanes sube desde la frontal.

 

Despierta de su letargo letal

las almas de Tetuán, oro metal.

 

Con donaire, los hinchas, rendidos,

vociferan goles, con latidos.

Athlétic, vida de mis recuerdo.

Escudo de gentiles gallardos.

 

Despierta de su letargo letal

las almas de Tetuán, oro metal.

 

 

 


 

 

Himno del  Mogreb Galáctico.

Entre gloria y su historia
el Mogreb llega a la galaxia.
Con alabi, alaba… bomba
el Mogreb, Mogreb y nadie más…

Dos palomas la velan,
con pundonor la llevan.
Los rojiblancos de Tetuán
son galaxia, por donde van.

Su Honradez, elegancia,
con pundonor y fragancia.
El Mogreb desde mi infancia,
la sed de la gloria sacia.




Ahmed Mgara. Versos Marruecos.

 

domingo, 26 de octubre de 2025

LÓGICA PROPOSICIONAL



 

para Nilton Santiago

 

Un hecho poético le pega un tiro en la cabeza a su hermano

y, como es lógico, no va a la cárcel

porque, aparte de haberse asustado,

es un hecho poético.

 

Un hecho poético es nombrado sucesor

y heredero político por un sangriento dictador

que asentó su poder sobre medio millón de muertos,

y este es aceptado y legitimado por todos

porque, además de un gran demócrata,

es un hecho poético.

 

Un hecho poético se casa con una mano delante y otra detrás

y hoy es uno de los tíos más ricos del mundo

porque se ha presentado a muchos premios de poesía

que le han dado sus amigos

porque para eso es un hecho poético.

 

Un hecho poético tiene cinco mil amantes,

pero es tan indiscreto,

que los servicios secretos se pasan el día

comprando voluntades, tapando bocas,

amenazando de muerte

y hasta tirando alguna por el balcón,

porque ya se sabe que el amor

es un hecho poético muy poético.

 

Un hecho poético decide encabezar un golpe de Estado

pero cuando Washington se entera de semejante locura

desacredita la acción y monta una película en la que el hecho poético

resulta ser el que aborta el golpe de Estado,

porque un hecho poético siempre se atiene

a las reglas de la retórica poética.

 

Un hecho poético se entera de que su país

está al borde del colapso económico y social

y para plantarle cara a tanto sufrimiento

se marcha de safari, porque qué hay más poético

que mantener a raya al dolor

matando elefantes.

 

Un hecho poético descubre que hay una cosa que se llama hacienda

y, disgustado por la noticia, se marcha a un país lleno de demócratas

hechos poéticos como él y desde donde nos manda un cordial saludo

con el dedo tieso en forma de hecho poético.

 

Un hecho poético estará siempre en contra de la República,

tal vez porque la República no es un hecho poético,

la República es pura poesía.



Antonio Orihuela. El fuego desde el otro lado. Ed. La tortuga búlgara, 2024.