Yo veo mamíferos.
Mamíferos con
nombres extrañísimos.
Han olvidado que son
mamíferos
y se creen obispos,
fontaneros,
lecheros, diputados.
¿Diputados?
Yo veo mamíferos.
Policías, médicos,
conserjes,
profesores, sastres,
cantautores.
¿Cantautores?
Yo veo mamíferos...
Alcaldes, camareros,
ofi cinistas, aparejadores,
¡Aparejadores!
¡Cómo puede creerse
aparejador un mamífero!
Miembros, sí,
miembros, se creen miembros
del comité central,
del colegio ofi cial de médicos...
académicos, reyes,
coroneles.
Yo veo mamíferos.
Actrices, putas,
asistentas, secretarias,
directoras,
lesbianas, puericultoras...
La verdad, yo veo
mamíferos.
Nadie ve mamíferos,
nadie, al parecer,
recuerda que es mamífero.
¿Seré yo el último
mamífero?
Demócratas,
comunistas, ajedrecistas,
periodistas, soldados,
campesinos.
Yo veo mamíferos.
Marqueses,
ejecutivos, socios,
italianos, ingleses,
catalanes.
¿Catalanes?
Yo veo mamíferos.
Cristianos,
musulmanes, coptos,
inspectores,
técnicos, benedictinos,
empresarios,
cajeros, cosmonautas...
Yo veo mamíferos.
Jesus Lizano. El ingenioso Lizanote de la Acracia o la
conquista de la inocencia. Virus Editorial, 2009
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