Aunque no vengas
yo saldré a esperarte
en mi cultivo diario
de un sueño mío, contigo,
y regresaré después
de entregar al aire
mi secreto,
que en tu olvido
más puro se torna.
Nunca a nadie diré
que salgo cada mañana
en búsqueda de tu lugar,
que no existe sino en el impulso claro
con que el deseo lo crea.
Clandestino voy en el temblor de tu fuga
y hablo conmigo
hasta de lo que no sé.
El mismo horizonte tendrá mañana sin ti,
soledad distinta para el mismo ayer,
el mismo engaño dulce
de hacerte transparente en tu sordera.
El tiempo es un hálito
donde todo se empaña
con lo que no llega.
Tempero de humo amor es hoy,
pero amor siempre,
pues hasta en lo que niega es inmortal.
Javier Lostalé. Tormenta transparente. Calambur, 2013
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