En mitad de la noche
subo las escaleras que llevan al dormitorio.
Una pendiente de 85º con los escalones demasiado juntos
para llegar a viejo por ella.
Mi mujer y el perro duermen cada uno en su sitio.
No llegaré a viejo con ella, le digo.
Huyamos, es hora de escapar.
Antonio Orihuela. Esperar sentado. Ed. La Baragaña, 2014
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