There’s
a downtown fairy…
Lou
Reed
Cualquiera
te decía que pasaba.
Me
disfracé de Durruti
que,
para el personal, era como ver a un mecánico con boina,
y
llegué, sin pena ni gloria, hasta la calle de los señoritos.
Recuerdo,
la repentina palidez del viejo alcalde franquista
al
verme montar un subfusil inutilizado que llevaba al hombro
y
describir un círculo en el aire.
Esos
sí que no olvidan.
Desde
el balcón de su casa,
cuando
me había alejado,
se
cago en Díos, en la democracia y en el Carnaval
y
yo continué
disfrazado
de mecánico con boina
hasta
tu bar
-¡Olé
mi anarquista guapo.
Viva
la CNT, la FAI y to lo’s libertario! –me dijiste-
y,
saliendo de la barra, me besaste,
y
brindamos por estar allí,
por
estar vivos,
por
estar todos juntos
haciendo
realidad, al menos, tus sueños.
Han
vuelto, sabes, aquellos días,
pero
hace frío y aquí todo está en silencio,
tan
sólo mi esfuerzo y un punzón de hierro
sobre
el cemento erosionado
abren
nuevos surcos a tu nombre.
Antonio Orihuela. Esperar Sentado. Ed. La Baragaña, 2014
Foto de Juan Sánchez Amorós
Foto de Juan Sánchez Amorós
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