I
Cuando antes de soltar la artillería, el gobierno,
te dice que hay que ser tolerantes, malo,
prepara la cartera,
pide a Dios no tener niños en la escuela,
ni enfermedades,
ni pocos años como para que te hagan un contrato basura,
ni demasiados como para que seas tú
el que directamente vaya a la basura.
Prepárate para una nueva lluvia de impuestos indirectos
que significan que la descarga es equitativa y democrática,
porque lo que no hay son cojones
para hacerles pagar a los privilegiados
sus privilegios.
Esa es la efectiva tolerancia del sistema con los de arriba.
II
Mis amigos poetas
afirman que me quejo demasiado,
que la verdad, es difícil entrar en los países de la tolerancia,
pero una vez dentro,
la tolerancia
es que la encuentras hasta en los semáforos en hora punta.
Tolerancia con el negro, con el marrón, con el amarillo,
mientras trabajen por dos y cobren por medio,
con la sudaca, a mil quinientas la criada
y polvo gratis si se tercia.
Que para malos
ya hizo Dios a los skinheads,
!Nosotros, por Dios, nosotros!
Trozo de pan a la boca de mis hijos,
chalesito residencial, Ferrari uno por Testa Rossa de la familia,
casita en el Rrrrossssio, potrito jerezano.
!Nosotros
por Dios
nosotros!
III
Espero, sigo esperando, que en medio de tanta tolerancia
les dé a algunos, un día, por hacer la revolución.
Por volver a colocar las palabras en su sitio
y dejar así de hacer poemas como este,
estéticamente malos,
y dedicarme yo también
en alma y alma
a eso del azul, el cisne
y los versos más tristes.
ANTONIO ORIHUELA. Edad de hierro.
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