-El Cosmos es un texto- escribió el gran Kukai, pero yo pensé que estaba colgado cuando de joven descubrí que podía leer los versos del Sutra de la Gran Sabiduría que permite pasar al otro lado en las líneas del algodón desgastado de mis vaqueros.
-La poesía es Upayá (medio hábil e inconcebible que los budas utilizan para provocar despertares)- escribió el gran Kukai, pero a mí nadie me hizo caso cuando le escribí a un amigo revolucionario que toda revolución acababa siendo una revolución del peinado, y le dije que se echara para allá, mucho más para allá, y se armara de Upayá, de molinillos de oración rellenos de poemas en papel higiénico, de palabras-medicina, mantras, hechizo o carmina...
- Toda literatura es Dharma, toda escritura, toda palabra, mantra y vibración consciente del Universo- escribió el gran Kukai, y lo entiendes, las cosas grandes y mágicas las entiende hasta el que no las entiende; porque incluso las pintadas guarras de un váter público, o los ingredientes de la pasta dentrífica contienen y desarrollan el Corpus completo y macizo de la sagrada enseñanza de la Realidad , una sola palabra es como el ADN de una escamita de pellejo seco que contiene toda la información para reconstruir al ser completo, te limpias, sales, y lo has entendido todo, todo te habla, todo está cantando, aunque nunca hayas leído al gran Kukai. Por eso era tan grande el gran Kukai.
Daniel Macías Díaz. Ave Libro Ave. Ed. Amargord, 2015
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