No
puedo
continuar
con
mi vida
de
atareada hormiga,
desde
que soñé volar entre tus piernas,
buscando
alivio
a
mis penas.
Hasta
qué grado
la
hormiga tiene conciencia
de
su grandiosa pequeñez
que
alberga
un
poderoso sistema neural
permitiéndole
vivir en colonias
interactuar
con su medio,
incluyendo
la confundida
especie
humana,
co-evolucionando
con
el universo entero.
De
niño, fascinado, las observaba
a
ras de tierra.
Conozco
así
su
pacífico andar.
Quisiera
ser hormiga
y
habitarte.
Abrázame
en
mi pequeñez
Manuel Martínez Morales
Las hormigas saben mucho de abrazos amorosos y semillas que buscan la cálida profundidad del hormiguero... Nada más un aviso: de un abrazo de hormiga ya nunca se regresa, ése es el riesgo...
ResponderEliminarLas hormigas son ejemplo de colectividad... Mucho tenemos que aprender de ellas.
ResponderEliminarSobre el amor, son maestras.