… y el perro mira a los hombres que hablan de sus cosas
de motores y altos cilindrajes y pagarés sin pagar
y de sus negocios de hombres y de sus vidas envueltas
en prisa y demasiada irracionalidad,
sentimientos que el perro no entiende
solamente se da cuenta – o lo supone –
que de vez en cuando lo miran
incluso cuando solamente miran
no más que la vieja distancia, la tristeza y el vacío de los días que han pasado
y su cola se columpia
como si quisiera decir algo
alguna frase
una simple idea
alguna cosa como descuida
no es tan malo, estoy seguro
no puede ser tan malo
El perro es libre precisamente
porque tampoco eso sabe
y su libertad es tan intrínseca
como el deseo del hambre en su vientre y tan externa
como una gota en su hocico
o el pelo enrollado detrás de las orejas
cosa que él siente sin tener que preocuparse demasiado
perro destinado a ser no más que perro
y feliz por eso
sin planes de vida
sin aguardar a una novia núbil
que le salude desde la barra de un bar
perro que ha sido lozano y no le importó si tuvo acné
o cualquier garrapata durante la primera primavera
perro sin ambiciones de asistir a una Universidad
a menos que allí tenga amigos que le den las sobras de la cantina
o un campamento de verano
o un círculo de lecturas a donde van los poetas tristes a decir
sus versos aún más tristes
perro como debe ser meneando la cola olfateando
mirando el viento distante a la expectativa
de algunos olores sugestivos
mirando las cosas y a las personas que el paisaje mueve
mirando como si fuera un marinero en la gavia
como un navegante renacentista consultando
los mapas genoveses al salir hacia el más lejano de los mares
El perro nunca ha oído hablar del portulano Mediceo Laurenziano
ni tampoco supo quién ganó ese partido
quizás una final
que cada semana
los señores expertos discuten en radio y televisión insultándose
ni ha leído jamás Las Siete Rosas de Celán
ni se molesta en averiguar quién es ahora mismo
el Papa
o que rumbo elegir para el próximo viaje
o lo que después de todo es un viaje
y si los hoteles están completos
e incluso si acepten Visa a punto de expirar
pues todo él es ya un viaje de cuatro patas y un
motor natural de muchas velocidades que
trabaja en partidas y paradas repentinas
pero es feliz si siente que los hombres que hablan
están felices y
concede su espalda a aquellos que quieren acariciarle
y lo hace sin preguntas
y late cuando piensa que es buena ocasión para eso
Su mundo es de una compleja sencillez
y ahí hay gatos que pasan
sueños que nunca narró a nadie aunque a veces tenga ganas de narrarlos
y un árbol que siempre olfatea para conectarse con el universo
que está dentro del árbol
o por lo menos alrededor del árbol
y que cada día huele como un planeta y otro planeta, nunca el mismo y
es un perro sin horarios que nunca tuvo curiosidad por entender
esas cosas redondas con símbolos que adornan las iglesias y
el edificio del Ayuntamiento y
las muñecas de los hombres que hablan
donde giran unos hierros cortos lanzas como esas
que utilizaban los vigilantes
y que a veces están clavadas y más grandes en cercas de jardines
para que él no entre
y su existencia se rige por el equilibrio diverso de los días y
de las noches
y la sucesión de días soleados y días de lluvia
y del camino que conoce y de ese que desconoce y que sin embargo conducen
ambos al mismo lugar encantador donde habrá
sin duda algo nuevo para husmear y algún otro árbol donde
se ocultará todo un universo enterito para empezar
y un archipiélago de sonidos y voces incomprensibles pero alegres
y la hierba que invita al sueño y la pereza
y es por eso que él es un perro pero es improbable que pueda ser algo más que un perro
perro como ese de Ferlinghetti o uno de esos
que también existen y que Álvaro de Campos cantó mientras
miraba afuera las calles y las tiendas
y es un perro como una rosa es una rosa
como una estrella es una estrella
o un hibisco es un hibisco
o un cráter es un cráter
y por eso él mira a los hombres que hablan de sus cosas
y de sus motores de altos cilindrajes y pagarés sin pagar
y de sus negocios de hombres y de sus vidas envueltas
en prisa y demasiada irracionalidad
y menea su cola porque afortunadamente esos hombres le gustan
francamente le gustan
pero no consigue comprenderlos
Fernando Cabrita
Olhão, 13 de maio de 2016
Fotografía de Juan Sánchez Amorós
Ningún perro ha pretendido ser nunca algo distinto a un perro... Por algo será...
ResponderEliminar(La perfección no se cuestiona)