La O.N.U. acaba de finalizar la encuesta más grande de su historia.
La pregunta fue la siguiente:
Por favor, diga honestamente, qué opina de la escasez
de alimentos en el resto del mundo.
Los resultados no han podido ser más desalentadores.
La encuesta ha sido un fracaso descomunal:
Los europeos no entendieron qué significaba escasez.
Los africanos no sabían qué eran alimentos.
Los israelíes no entendieron qué quería decir por favor.
Los yanquis preguntaban qué significa el resto del mundo.
Los chinos y cubanos pedían
que les explicaran el sentido de qué opina.
Y en el congreso argentino, colombiano, chileno, boliviano,
peruano, brasileño y venezolano… hasta hoy se debate
sobre qué quiere decir honestamente.
ÁNGEL PETISME, Palabras de barricada, Queimada Ediciones, Madrid, 2015, pág. 143
El propósito principal de la vida es ayudar a otros. Si no puede ayudarlos, al menos no nos lastimamos ellos.
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