(Que las estrellas
te sean leves, amigo Kriser)
Quien
vive en el presente
vive
en la eternidad.
Tú,
perrito de pleno día,
todo
ahora, todo dedicación plena
a
cada segundo,
te
paseaste por la vida
acariciando
al sol en todo momento,
desobedeciendo
al dolor,
ignorando
tus límites,
pues
en cada instante se decidía tu mundo.
Perro
amigo, entrañable
demoledor
de tristezas,
volcán
de curiosidad,
primavera
de juego,
nos
enseñaste a amar los días,
a
respirar con lo otro,
a
hallar un lenguaje
donde
cariño, entrega, alegría,
eran
las únicas sílabas.
Nos
devolviste el tacto de la naturaleza;
nos
hiciste más humanos.
Yo
te canto, compañero,
porque
tu silencio nos atraviesa,
porque
ya no hay lugar al que llamar ‘hogar’
sin
tus bienvenidas,
porque
las calles, los parques,
ahora
ya no tienen nombre.
Yo
te canto
porque
tu huella
es siempre
parte de nuestro pie.
Alberto
García-Teresa. En Naciendo en otra especie. Antología de poesía Capital Animal. Ed. Plaza y Valdés, 2016.
Fotografía de Juan Sánchez Amorós
Qué verso mas vivo.
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