Descubramos un continente,
reviéntame, escribía cosas así
Hasta fingíamos no saber que
otro también me quería. Luego vinieron
los hijos de puta y me dejaron
sin trabajo.
Yo escribía sobre la medida de
mi cintura, la petite morte,
y ponía títulos a mis libros
inéditos .Leía mapas, biografías
porque soy muy esperanzada. Los
hijos de puta
me dejaron sin afición .En el
mundo se copula mucho menos
y leo, más de lo que quisiera, avisos
firmados con un cordial saludo.
Dejé de comer carne y empecé a
ver televisión, sin ningún fin,
que es parecido y también causa anemia. Esos hijosde controlan
mi entorno más cercano y todos
duermen ya en sus nidos.
Desconfío de quien no tiene
ojeras, por si no es de los míos.
No escribimos en servilletas
porque no vamos a bares.
Soy de un plural que bebe en
botella y borracha grito Oliverio,
González Ángel solo entonces. No
tengo amor por esos hijos de puta,
no amo, no me queda ni la reserva. Los médicos
de cabecera recomiendan
hacer ejercicio, las vallas lo
dicen a todas horas y las fronteras no dicen,
las fronteras lloran
Medio país dormido, medio
asustado, medio improductivo. Poco
queda entero. Dictado:
Atenazados por el cansancio
emprendemos tibias reacciones,
cautivos y desarmados no hay
miembro viril o femenino erguido
enérgico y /o expeditivo. En horas,
sumisos y corruptos, perdemos los derechos.
Echemos medio polvo que no
podemos tener más hijos
Mándame un grafico o un mapa
para explicar el hacinamiento y te corto las piernas.
Hay cosas que preferiría no
hacer pero el empobrecimiento parece afilar
la boca
¡Igual aún hay esperanza! La
noche se termina y a ti te da por esperar.
Tengo tanto miedo, parecemos
desconocidos. A todas horas
echo de menos la sangre de encontrarte,
y sobre todo que me busques
pese a esta conspiración contra el amor
Insoportable río, compasivas calles,
les da igual la humanidad errante.
Y llegas callado, sin nada más
que decir.
Amar silenciosamente, morir
silenciosamente y usar a diario un rostro vacio
como defensión. Invítame a besarte,
no cabe duda, sólo así salvaríamos el
día.
Cultivar sueños, despertar y que
crezcan esperanzas y así empiezo:
No voy de vacaciones, visito a
la familia en el extranjero
y le llevo jamón y un novuelvas .
Isabel Izquierdo. En: Poesía Indignada. Edita La Casa de Zitas, Zaragoza, 2017
Fotografía de Artur Pastor
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