Piedra rodante soy
por los caminos de asfalto
rodando hacia abajo voy
siempre con la esperanza
de encontrar una salida
al perplejo corazón.
De rodar no me arrepiento
algún contento he sentido
en mi constante rodar
por este mundo falaz.
En viento me convertiré
o en un pedazo de cielo
en espera de una nube
y en sus entrañas rodar
hasta que se vuelva lluvia
y en mil gotas
mojar tu cuerpo
tu piel atravesar
y así continuar mi rodar
dentro de ti ya por siempre
y el corazón alegrar.
Manuel Martínez Morales
310519
Muy bonito poema.
ResponderEliminarAbrazo