No conozco el dolor de vuestro tren
Sé que atraviesa de Sur a Norte
Tierras lejanas (para mí)
Mas
Lo sospecho
Sospechar el dolor es lo único que puedo
hacer desde mi teclado
Hay otro tren
Sin embargo
Que viene del Sur también que pasa cerca
(de mí)
A veces he conocido o me he cruzado con
algunos
De sus viajeros (los más afortunados)
Aunque reconozco que nunca he hablado
francamente
De tú a tú
Con ninguno de ellos
Tan solo los contemplo en la playa (me
venden gafas de sol
y
pañuelos) O en Lavapiés
En donde me sirven las cervezas y los
cafés…
En este otro tren del que os hablo los
vagones son pequeñas
Embarcaciones (algunas son de juguete)
En ellas surcan ellos los raíles de las
olas del Estrecho
Que es como cruzar un tajo profundo en
la tierra…
Llegan como vosotros cabalgando la
muerte y el dolor
Y sujetando el odio
Obnubilados como estáis por los sueños
(y por la ilusión
de
la felicidad futura…)
Ellos os representan y me traen vuestro
dolor
Con la cerveza
Con el café
Con las gafas de sol y con los pañuelos
Es todo lo que os puedo decir acerca de
vuestro dolor
Y de vuestras ilusiones
Que lo sospecho
Que las sospecho (nada más)
Matías Escalera Cordero. Recortes de un corazón herido por la esperanza. Huerga & Fierro, 2019
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