Salvo
cuando apagamos la televisión,
cuando nos atrevemos a pensar,
cuando nos deshacemos de nuestros miedos,
cuando decidimos salir de nuestra propia jaula,
cuando frente al dinero apostamos por la vida,
cuando dejamos atrás al amo, al controlador, al líder, al yo,
cuando se desvanece la cháchara, el parloteo, la monserga,
cuando perdemos el rastro, la pista, el control, la historia,
cuando nos sentamos al sol tibio del invierno,
cuando experimentamos profundamente,
cuando conectamos con otras especies,
cuando cambiamos ira por compasión,
cuando nos inventamos en compañía,
cuando conversamos junto al fuego,
cuando compartimos la comida,
cuando las palabras sobran,
cuando nadamos desnudos,
cuando hacemos el amor,
cuando el asombro,
cuando el silencio,
cuando nos regalamos
hasta desaparecer.
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