Estas
últimas
páginas,
como
un ataúd.
Al
escribir se me enmaraña la memoria
y
forma grumos cada vez más escarchados
como
si hubiera empleado harina caducada
o
bañeras obstáculos
en
medio de los caminos de tierra.
Y
aún sigo allí, en raíces
y
en desarraigo, regresando por los mismos parajes
que
me vieron recorrer,
diciéndolo
ahora
como
si fuera algo nuevo y no lo que siempre
me
ha tocado arrancar
desde
abajo,
desde
el desgarramiento
o
la perforación de la sien,
desde
la contusión
metálica,
el temblor de la cuerda,
desde
el envés de un cénit
o
el zumbido.
***
Siete
amaneceres,
siete veces hacia Lisboa
en
el camino inverso:
la
corriente hacia su nacimiento en el mar.
De
nuevo un río ingente, pero ahora no lo quiero atravesar, quiero
al
morir ir descendiendo por él, quiero al morir ir abrazado
por
él, quiero al morir vivir por entre él.
Let
me, let me,
freeze
again to Death.
Agustín Calvo Galán. Y habré vivido. La Garúa, 2018
Fotografía de Jorge Riechmann
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