Aspirando millones de pulmones,
el peligro invisible
y las órdenes
y decretos
y que la máquina no pare
mientras la vida es confinada
al trabajo, al comercio, al encierro
al miedo.
El grito mudo de la asfixia
retumba tras la máscara o el respirador.
Nuevamente deciden
que todo saldrá bien.
Nuevamente deciden quien debe respirar.
Policía en las calles,
chivatos en los balcones,
hay un mundo que se prepara
para instalarse las apps y demás mierdas.
Geolocalización y más pantallas.
Gente en las colas del hambre,
gente desfalleciendo en los campos de inmigrantes,
gente aislada muriendo en las cárceles,
gente que debe morir lo más rápido posible
en las residencias de ancianos,
gente que muere asfixiada y sola en los hospitales.
Todo saldrá bien… para los de siempre.
Hay gente en el mundo que no se confina,
la revuelta necesita del contagio social….
La cuarentena es un golpe salvaje
de la dictadura el Capital.
Viviendo, despertando, muriendo…
Golpeando a la obediencia
de un mundo enfermo.
La nueva normalidad
es la vieja normalidad
pero con más cadenas,
con más precariedad,
con más borregos
y los recortes de siempre,
pues nuestra salud es mercancía,
y somos excedentes prescindibles,
los que sobramos que se confinen,
la nueva eugenesia de quien sobra y debe morir.
Todo irá bien,
y una mierda.
José Suñé López “OdO”. En: B10LENTOS, Antología Décimo Aniversario, 2.022.
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