PARA JOSÉ ICARIA, QUE LO VIO ANTES QUE YO
Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de
ataque en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad,
cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo
como lágrimas en la lluvia.
El replicante Roy Batty, en Blade Runner
Yo he visto
cosas que vosotros no creeríais. No eran naves de ataque en llamas más allá de
Orión. Ni tampoco Rayos-C que brillaban en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser.
No.
Yo no he visto
nada de eso.
Pero os
aseguro que he visto otras cosas que ponen los pelos de
punta.
Yo he visto a
familias enteras sobreviviendo con la jubilación de 500 euros del abuelo,
pasando hambre y frío, mal alimentados y peor vestidos.
Yo he visto a mucha gente,
jóvenes y ancianos, recogiendo comida de los contenedores de basura para tener
algo que llevarse a la boca ese día, peleándose entre ellos por conseguir lo
que estuviese en mejor estado.
Yo he visto a niños y
niñas en la escuela sin bocadillos a la hora del recreo porque en sus casas no había
dinero para darles de comer y a madres llorando de rabia e impotencia por ese
mismo motivo.
Yo he visto a mujeres
viviendo siempre con miedo, siendo maltratadas, violadas, asesinadas por los
hombres que una vez las amaron.
Yo he visto a decenas de inmigrantes muriendo en las costas españolas,
tratando de llegar a un país que los desprecia y los explota, o los interna en
los Centros de Internamiento para Extranjeros, donde viven hacinados, sin
esperanza, encerrados como si fuesen criminales nazis.
Yo he visto a miles de jóvenes de este país, con licenciaturas
y doctorados, largándose al extranjero buscando un empleo que en su tierra se
les niega.
Yo he visto al rey de España matando elefantes en Botsuana.
Yo he visto a las mentes más preclaras de mi generación
destruidas por la heroína, mientras los señores del narcotráfico se hacían
asquerosamente ricos.
Yo he visto a los tíos
más tontos de mi generación metidos en la política, haciendo de la política su
forma de vida, dirigiendo ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas,
siendo diputados o senadores, sin saber hacer la o con un canuto, pero con el
carnet del partido en el bolsillo.
Yo he visto a los curas siempre del lado de los ricos, jamás
compartiendo la miseria y el dolor de los pobres.
Yo he visto la voluntad popular pisoteada, una y otra vez, por
los poderes económicos, que son los que de verdad gobiernan el mundo.
Yo he visto a los antidisturbios en las calles de cualquier
ciudad, reprimiendo brutalmente a manifestantes, lanzando pelotas de goma,
repartiendo hostias a diestro y siniestro, sin que les importara una mierda
quién las recibía.
Yo he visto a mujeres acosadas sexualmente en el curro,
amenazadas con el despido si no se dejan sobar las tetas y el culo por unos
jefes que el domingo, en la iglesia de su barrio o de su pueblo,
comulgarán mientras piensan en lo bien
que se lo pasan con sus empleadas.
Yo he visto a cientos de trabajadores afectados por un ERE,
despedidos tras haber dedicado media vida a la empresa en la que
trabajaban, mientras que los dueños de
las empresas se siguen pegando la gran vida.
Yo he visto a los bancos de este país robando a la gente,
echándolos de sus casas, engañándolos miserablemente con productos de riesgo y
con cláusulas abusivas.
Yo he visto cómo despedían a un colega que trabajaba en unos
grandes almacenes por participar en una huelga general.
Yo he visto a los sucesivos gobiernos de este país cagándose
en la democracia, en la Constitución, en las leyes, recortando derechos y
libertades, rescatando a los bancos y dejando que las personas se hundan sin
remedio.
Yo he visto a los del caso Gurtel, a los del caso Noos, a los
del caso Bárcenas, a los del caso ERE, a los del caso CAM, a los del caso Palma
Arena, a los del caso Fabra, a los del caso ITV, a los del caso Malaya, a los
del caso Palau, a los del caso Banca Catalana, etc., etc.
Yo he visto a los sindicalistas de los dos grandes sindicatos de
este país completamente corrompidos, vendiéndose por un caramelo podrido,
pactando con los empresarios, traicionando una y otra vez a los trabajadores, e
incluso trapicheando con el dinero que la administración destinaba para
compensar los despidos.
Yo he visto la Memoria de los hombres y mujeres que fueron
asesinados por el fascismo pisoteada, injuriada, insultada por los
descendientes de ese mismo fascismo.
Yo he visto a los poetas más laureados de mi generación
escribir una poesía tan bonita, tan refinada, tan técnicamente perfecta, en
definitiva, tan poética, pero tan carente de compromiso con el ser humano que
daban ganas de vomitar.
Yo he visto como se permitía la destrucción del litoral, la
quema indiscriminada de bosques y la contaminación masiva de ríos sin que los
políticos de turno hicieran nada por evitarlo.
Yo he visto a miles de españoles dejándose engañar con el
cuento de las clases medias, consumiendo sin control, atontados por el pan y el
circo, en su versión moderna de fútbol y televisión basura.
Yo he visto al Gobierno de España cargarse de un plumazo el
estado del bienestar, recortando la inversión en sanidad, en educación, en
ayuda a la dependencia, en investigación y desarrollo, en cultura.
YO HE VISTO SEIS MILLONES DE PARADOS.
Eso también lo he visto.
Y mucho me temo que todos esos momentos no se perderán en el
tiempo como lágrimas en la lluvia, sino que cosas como éstas, seguirán teniendo
lugar durante mucho, mucho, mucho tiempo.