Escaparán
a hacer
cielos detrás de las pesadillas
tejiendo su
pájaro destino, separados
por un
biombo de nácar transparente,
pasarán
volando como
las hojas amarillas
de todos los
otoños a fuerza de creer
en ser mil
trenes cruzando veloces
sin parada
en ninguna estación de alivio,
emigrarán
del recuerdo
de los juncales mojados
por la
lluvia cenagosa, memorias
y
trastiendas de voz a palabras
llenando de
nocturnos los relámpagos,
así andarán
al lomo de
los diablos que vienen a romperse
contra los
sonidos de la espuma blanca,
mares,
donde
finalicen los pasos del sortilegio
y traguen
estos maniquíes muertos
sobre las
piedras bien amadas,
mares,
sin vientos,
sin venenos, sin hazañas,
vendrán a
gemir el sueño de los vencidos,
vendrán
escritos en
la paz que dan las agonías.
Encontrarán
un hogar
los ácidos,
los
poetas.
*
Una niña
y un niño se miran y sonríen
sentados uno
frente al otro
sonríen, no
saben a qué juegan,
se vuelven a
mirar y sonríen
se les cae
un trozo de tela,
un bote de
cola, un pedazo de cuero
y sonríen y
no saben a qué juegan,
se pinchan
los dedos con las agujas,
se mean
encima, se les hinchan los ojos,
se vuelven a
mirar y no saben a qué juegan,
una niña y
un niño,
niñas y
niños,
obligados a
jugar a no saber a qué juegan,
una niña y
un niño en la planta sexta
se
derrumban con las etiquetas,
con las
marcas, con los precios,
el polvo,
cascotes, con las piedras,
con el techo
y las máquinas,
una niña y
un niño mueren
debajo
de los espantos del diseño,
yacen debajo
del plástico de una tarjeta,
dos niños
mueren mirándose, de la mano,
absortos, apercibidos de ternura, lindos,
sin saber de
juegos, sin conocer inocencia,
una niña y
un niño trabajan en la muerte,
la mayor de
las empresas del sistema,
una niña
y un niño se miraban,
torturados,
arrasados en una sombra
sin saber a
qué jugaban,
han
muerto.
Amancio
Ortega, de
rositas.
Zara &
Mango abren nuevas tiendas.
*
Eso sí
hijo,
ya sabes lo
que es una batalla
porque en en
casa ocurren en periodos de paz,
y sobre lo
que me preguntas de la guerra química
y todo el
pollo ese que no entiendes
te lo resumo
brevemente: Cash.
Han de hacer
caja, vender armas, medicamentos,
destruir
para reconstruir y tener a mano el petróleo.
Y sangre,
mucha sangre, eso que tanto les gusta.
De todos
modos si sigues sin entenderlo
te voy a
pasar un par de libros de un tal Enrique Falcón
y si con
ello aún no lo comprendes
bueno,
no hagas que
dude de mi paternidad.
Javier GM. En: Voces del Extremo. Poesía y resistencia. Ed. Amargord, 2013
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