El
anthropos
––nos dijo Esquilo––
aprende a
través del sufrimiento
Tanto
sufrimiento
Tan poco
aprendizaje
Las
fantasías apocalípticas
rodadas en
Hollywood ante pantalla azul
¿han
vampirizado por completo
la
capacidad de representarnos el abominable desastre
hacia el
que vamos?
Dejamos
que se
fueran cayendo
las casas
de los padres
abandonamos
los huertos
Ruinas de
adobe aragonés
en los
campos vacíos
ruinas de
piedra castellana
en el
páramo limpio
ruinas de
sal y sueño. Perdimos
la
dignidad de los pobres
sin ganar
el aplomo de los ricos
Pensando
que ascendíamos
nos
dejamos caer
más abajo
reabajo requeteabajo
Asfaltamos
hasta las grietas del alma
pensando
que llegábamos a alguna parte
Nos
creíamos modernos desarrollados libres:
no éramos
nada más que nuevos ricos
envilecidos
un poco más cada día
La
libertad sigue siendo proyecto
y echamos
tanto de
menos la fuerza de soñar
Jorge Riechmann. Historias del señor W. Ed. La Baragaña, 2013
Fotografía: "Ventosa", de Jesús Muñoz Monge
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