Para
María Guiomar
Ella
ordena juguetes
como un dios que
domina el universo.
Los amontona en grupos
de enanos con
gigantes,
en los que nunca falta
una princesa.
La hilera de muñecas,
la fila de muñecos,
cada uno con sus dones
plenos de diferencias
en el mundo infantil
de los iguales.
25
SEGUNDOS
No
se trata de estar ausente y sólo,
tampoco
es necesario dar la vida.
Es;
ser parte de la unidad ardiente
y
cercenar la cuerda que nos ata
al
poder que vulnera nuestra historia.
Ahora.
Justo ahora. Ha muerto un niño.
Y
la vida, sin la fuerza,
se
la apropian los hombres codiciosos,
los
que habitan en casas sin colores,
los
que rompen la paz y los silencios
con
sus huestes de miedo y arrogancia.
Ahora.
Justo ahora. Ha muerto un niño.
Y
la música sigue con sus notas
confusas.
Y las bolsas se desploman
con
la orquesta y el mercado cae a plomo
a
un abismo insondable de miseria.
Que
es lucro del mezquino millonario.
Ahora.
Justo ahora. Ha muerto un niño.
Los
infelices, pobres sin jornal,
situados
en las listas más largas del desahucio.
Los
bancos asociados al Estado,
no
aplicarán su crédito al vencido.
Ahora.
Justo ahora. Ha muerto un niño.
¿Dónde
el proletario? ¿Dónde el obrero?
Recelosos
del que vence,
lloran
su temor vivo
después
de la contienda y la derrota,
cuando
el sol se olvidó de iluminarlos
-no
encendió su luz en la batalla-.
Ahora.
Justo ahora. Ha muerto un niño.
El
tiempo continúa su andadura.
Ya
no hay combates en las calles rotas
y
violentas. Callaron las consignas
y
la lucha, el amor y la esperanza.
Ahora.
Justo ahora.
Ha
muerto un niño asesinado:
otro
entre
los miles
que
nacerán mañana
Javier Arnáiz. En: Las noches de Lupi: Bilbao.
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ResponderEliminarUn adulto creativo es un niño que ha sobrevivido
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