Ser poeta
No puedes ser poeta,
si eres tan insensible
a la belleza que te rodea,
me dicen.
No, respondo.
No puedo ser poeta
si soy tan insensible
a la mierda
y al dolor
que me rodean.
***
Tenemos poesía
A las Voces del Extremo
Nosotros tenemos poesía
ellos, rifles.
Nosotros tenemos poesía
ellos, paraísos artificiales.
Nosotros tenemos poesía
ellos, pan y circo.
Nosotros tenemos poesía
ellos, Ibex 35.
Nosotros tenemos poesía
ellos, perros de caza.
Nosotros tenemos poesía
ellos, ciudades en llamas.
Nosotros tenemos poesía
ellos, leyes y decretos.
Nosotros tenemos poesía
ellos, consumo y mierda.
Nosotros tenemos poesía
ellos, profetas y dioses.
Nosotros tenemos poesía
ellos, prisiones y fronteras.
Nosotros tenemos poesía
ellos, medios de comunicación.
Nosotros tenemos poesía
ellos, piras funerarias.
Nosotros tenemos poesía
ellos, destrucción.
Nosotros tenemos poesía
ellos, intemperie.
Nosotros tenemos poesía
ellos, oscuridad.
Nosotros tenemos poesía
ellos, miedo de nuestra poesía.
***
El primer día de guerra
la gente caminaba feliz
por las calles de los pueblos
y de las ciudades.
Se entonaban himnos patrióticos
y las banderas colgaban
rebosantes de orgullo
en balcones y farolas.
Las mujeres y los niños lucían
bufandas, gorros y guantes
con los colores nacionales.
El primer día de guerra
los prohombres de la patria
pronunciaron discursos grandilocuentes
llenos de palabras rimbombantes
palabras como victoria, honor,
orgullo o dios
y los soldados desfilaron
armados hasta los dientes
por las grandes avenidas
y una tormenta de confeti
empapaba sus cabezas.
El primer día de guerra
nadie pensaba en la derrota
ni en las bombas
ni en la metralla
ni en las trincheras
ni en el dolor
ni en los muertos.
El primer día de guerra
todo el mundo confiaba
ciegamente en los líderes
y en las escuelas rezaron
para que Dios estuviera
de su parte
y no se olvidara de ellos.
El primer día de guerra
nadie en aquel país
se detuvo a pensar
en toda la tristeza
que sentirían
el último día de guerra.
***
La locura
esa locura que nos destruye Jesús Lizano
Aquí es una caja registradora el corazón.
Aquí se confunde con lodo la sangre.
Aquí habita en casas de cartón piedra la felicidad.
Aquí cantan en playback los pájaros.
Aquí es del color de una rata muerta el amor.
Aquí se escriben con luces de neón las metáforas.
Aquí se atiborra de anfetaminas la democracia.
Aquí besan a los invasores las adolescentes.
Aquí se brinda con uranio empobrecido en las fiestas.
Aquí se marchitan de cáncer las buganvillas azules.
Aquí viste con harapos la dignidad.
Aquí como un manto rojo la derrota.
Aquí
en este inmenso hospital psiquiátrico
la locura.
***
Un mal sueño
Y de repente
caer en la cuenta
de que la vida
no es otra cosa
que lo que escribió
Laura Giordani
en un verso:
Un mal sueño del que despertar ileso.
Lo malo
es que no
siempre
se despierta.
Lo malo
es que no
siempre
se sale
ileso.
Rafael Calero Palma. Ni cobardes ni caníbales. Ed. Amargord, 2017
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