La
publicidad está en catalán,
pero
la paga la Organización Nacional de Ciegos Españoles.
Los
bloques de pisos están en catalán,
pero
los vecinos tienen que tender su ropa en las fachadas.
A
los pobres, ya se sabe,
les
hablan todas las lenguas en el mismo idioma.
El
mar tiene otro nombre,
pero
no distingo
mi
playa, cada vez más destrozada
y
menos mía,
de
ésta ya comida por el asfalto,
el
bóxer que juega en sus arenas
del
que guardo en la memoria
de
mi tierra.
Todo
está
sospechosamente
ordenado,
pero
también aquí
la
arena ha empezado a saltar las alambradas.
Antonio Orihuela. Esperar sentado. Ed. Ruleta rusa, 2017
Antonio Orihuela. Esperar sentado. Ed. Ruleta rusa, 2017
¡Más arena!
ResponderEliminar```y más viento.