Vivo
porque vienes,
y
este lugar deshabitado
se
llena de maravillas y precipicios.
Vivo
porque termina la guerra de no verte,
y
me transformo de mendigo en príncipe,
tu
mano es la corona que ciñe mi triunfo,
tu
seno sana mi fatigado corazón.
Vivo
porque te amo,
y
amarte es vivir en la frontera
donde
los dos callamos el oleaje antiguo
que
de increíble no nos atrevemos a nombrar.
Vivo
porque me besas,
temblor
de pájaros bajo el aguacero,
tiempo
ardiendo, espuma íntima del olear,
rosa
pura del manar,
estrella
fija del amanecer,
porque
llega tu luz, respiro, aliento,
vivo.
¡.................................... !
ResponderEliminarPues a mí la respiración me abandonó por un instante durante la lectura de tan intenso poema, "disuelta" quedé en la voz del verso. Gracias...
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