He hecho todo
lo que se esperaba
de mí
pero en un momento 
y en un orden
distintos
a los que se esperaba.
Esa ha sido
mi rebeldía
mi condena
mi victoria.
Coger atajos.
Perder el camino.
Aprender que las moras
crecen
en las zarzas.
***
Hay un lugar entre la impotencia
                               y
el heroísmo.
Entre el pozo y la cera derretida
                 por la cercanía
del sol.
Entre el desengaño y la otra mejilla.
Hay un lugar. Cada día lo bautizo
                              con
mi nombre.
Ana Pérez Cañamares. Economía de guerra. Ed. yalodijocasimiroparker. 2020

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