El
tiempo no resuelve nada,
a
lo más, sirve para que parte de los datos
se
pierdan por el camino,
y
los que sobrevivan a la purga,
previamente
desactivados,
se
hayan vuelto manejables,
y
puedan ser presentados como restos de saldo,
arqueología
lírica, rareza bibliográfica,
extravagancia
u error.
No
hay, por tanto, justicia en el tiempo,
esa
es otra de las grandes mentiras de los injustos.
La
muerte únicamente como consuelo,
lugar
asignado, placebo de la autocomplacencia,
no
puede ser nuestra meta.
Di
que no.
Ahí
afuera sigue la guerra, el crimen, la política,
no
te desentiendas del mundo, no seas indiferente
ni
a sus miserias ni a tu tiempo, el único que tienes.
Di
que no,
ni
huida, ni retiro, ni resignación.
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