zona dibujada
el volcán encrespado huye al interior de la estepa
tiene archivos de lava que lavan la tez del río
abejas amaestradas hacen mordiente la tajada
un rosario de risas submarinas traza el mapa maduro de la escarcha
sin bolsillos apenas hay memoria
sin birrete la lengua del rapsoda se resfría
ante todo paz en las carreras de vacas
hay necesidad de un caballero que ponga orden en el estrecho
tortas de maíz encienden el alba
mientras que el crepúsculo objetivo se sube las medias
hay encendidas locuras que llaman a rebato
e incólumes mazapanes que tienen música en el vientre
todos juntos ilusionan al minuto que cae convencido y enfermo
tengo unos labios esperando desde mil novecientos sesenta y ocho
acuden todos los días a la puerta del esparto
pero hoy es jueves santo y las medidas se han agotado
no podré tratar de cambios cuando la lluvia es férrea y pertinente
sin embargo lobo o perro todos somos adelanto
zona aleatoria
la poesía se peina los versos hacia la izquierda
es una ley anterior a la propia idea de ley
la cadencia es una raya discontinua que aflora para morir
un diccionario desmantelado es su guía espiritual
es mejor abrocharse las sílabas y no dejarse ojales sueltos en el papel
no tiene día siguiente ni acera donde pararse
la experiencia irrita la mucosidad del canto
el verso es dulce por las comillas
y tiene un dromedario en la rima
convive con un lagarto de hombreras felices
en cambio los labios perfumados tienen fieles seguidores
que plantan ramas de pez zancudo en las laderas del monte
armonía levemente muerta que destila pan y vino
y tuerce la boca el repugnante para asirse a las rosas frecuentes
un jardín de lapiceros encubre al santo inocente
y las gabelas de antaño se hacen cruces en las sienes
todo está sepultado bajo la saliva
donde la página caliente crea un espacio de risa
Manel Costa. Piel de Aliento
Las tortas de maíz -en castellano peninsular ibérico- le besan la textura a la hoja de la mazorca, en el sur a la hoja del platanero, y las hojas las abrazan y las envuelven durante el hervor que precede al jolgorio. Si no saben desenvolverse es porque el comensal las desnuda. Y triunfales y enhiestas con su ternura, entran en la boca bautizadas como tamales.
ResponderEliminarLas tortas de maíz en -castellano mexicano- son la metáfora refinada del sándwich de tamal. Aparecen en el plato articulando la palabra GUAJOLOTA: un pan se sacrifica, le horadan la unidad y el tamal se acurruca en sus entrañas.
Las tortas -en el México tangente- son festivales en honor al bocadillo, ese huérfano de vegetales en la península. Tras cruzar el Pacífico los redondean, los reaniman en el horno y los alimentan con tomate, lechuga, cebolla, aguacate y chile.
Adriana Chávez y García-Rendón
Adriana Chicote, tu si que sabes hacer enchiladas amanuenses para poetas impertinentes.
ResponderEliminarDon Manuel Costa Cruceros, estimula nuestros vientres con sabrosas incertidumbres, aún estoy digiriendo los versos superfluos y los otros.