para Carmen del
Río Bravo, Julia Navas Moreno
y Jorge
Riechmann
Cuando
por fin decides bailar contra el son que te tocan
todo
se vuelve lección:
los
techos y las paredes eran de papel,
el
escenario, unas tablas que mejor no pisar,
las
promesas, peligrosos sueños de seducción,
las
cajas de bombones estaban vacías,
el
corcho de la botella ni siquiera hizo ¡plof!,
las
cadenas eran de oro, pero no dejaban de ser cadenas,
todos
los besos eran de Judas
y
quienes corrían tras de ti ahora es gente que huye.
Cuando
por fin decides bailar contra el son que te tocan
te
entregas al mejor de tus éxitos:
fracasar
mejor.
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