documentos de pensamiento radical

documentos de pensamiento radical

jueves, 18 de noviembre de 2021

LO ABSURDO DE LO NO ABSURDO


 

LO ABSURDO DE LO NO ABSURDO

                                                                 Juan Sebastián

 

Tengo ante mí y leo con gusto el interesante libro Ficcionario de la madrugada que ha publicado recientemente el poeta malagueño Rafael Alcalá, en la editorial Amazon.

El autor propone al lector una serie de situaciones aparentemente absurdas, pero que van tirando de él hasta hacerlo comprometerse con cada trasunto, como si estuviese en juego su propia inteligencia. Es como, si al levantar la vista, uno se encontrara con que la realidad, con su amor, sus ilusiones o su muerte, es más absurda que el texto.

En una serie de 74, digamos que ofertas de micro-relatos, ensayos, instrucciones, aforismos… (no le preocupa un tratamiento formal ni un orden en ese sentido) el poeta nos va ofreciendo las más inverosímiles de las situaciones y los más increíbles de los personajes que, en el fondo no hacen más que retratar las aristas de nuestra propia personalidad. Porque Rafael no se dirige a un colectivo: pretende llegar a cada uno de sus lectores, como en un diálogo personal e íntimo.

Como dice Antonio García Velasco en el prólogo: ”Ante el tipo de literatura que Rafael Alcalá nos presenta en este libro, caben dos actitudes: la errónea del rechazo al absurdo o la asertiva de cooperar con el autor y acompañarlo en su recorrido por un mundo en el que todo es posible”.

En libros anteriores, siempre ha mostrado sus versos un sentido existencial, una búsqueda del latido humano. Aquí, aunque no lo parezca, cada personaje, cada propuesta, cada sentencia, nos pone ante el espejo y, a pesar de las aparentes barbaridades que van ocurriendo, algo personal le prestamos a cada personaje y a cada hecho, porque el poeta nos obliga a ello.

No voy a descubrir aquí, lógicamente, “el final de cada película”. Solo diré que aparecen, entre otros, personajes tan curiosos como un licántropo, al que le gusta el chocolate; una novia autoantropófaga; una gaviota vegetariana; dos moribundos, cada uno en su relato: uno que agoniza interesándose por las rosas, y otro que muere cantando aquello de “Yo tenía una ovejita lucera…” que nos cantaba, en los años 50, el bueno de Pepe Mairena “El Cantor Zoológico”.

Este libro, rompedor de monotonías, ciertamente alejado de dignísimos libros de relatos cortos de autores anteriores es, a todas luces recomendable, por su singularidad y por lo variado y atractivo de sus entrañas. Comprométanse con Rafael.

No hay comentarios:

Publicar un comentario