Una vez dejó de haber
momentos Nescafé
sonrisas Profiden
pensiones del Santander.
Una vez dejó de haber
vacaciones en Japón
petróleo a mogollón
internet y televisión.
Llegó la revolución,
adiós banquero bueno, político honrado,
empresario ejemplar, rey vegano,
aire malsano.
Nos pusimos en pie,
nos supimos reconocer,
vínculos comunitarios,
conciencia de clase,
identidades utópicas,
supimos escoger,
alimentos sanos, leyes justas,
empresas colectivizadas,
propiedad comunal,
libertad para todos por igual.
Desapareció la violencia, el egoísmo y la incomunicación,
la dictadura, la miseria y la explotación,
cazadores y cazados,
muertos y ahogados,
el hambre y la devastación.
Qué suerte ser comunero
en este mundo nuevo
donde solo si sueñas al revés
te encuentras con los horrores de ayer.
Antonio Orihuela
Sé que no, que no es verdad, que el poeta no es ningún elegido ni ningún ser iluminado y que lo que leo es solo resultado de un trabajo incansable y de una gran habilidad, pero a veces, algunas veces, te prometo que me has hecho dudar.
ResponderEliminarMe gusta como está escrita esa ilusión, ese gran mundo ¿Imaginario y venidero?
ResponderEliminar¡Enhorabuena!