Los platos que
me regaló mi madre
están ya
deslucidos y pasados de moda.
Cuando hacemos
limpieza
nos miran como
enfermos agonizantes
que no entienden
qué queremos de ellos.
Pero son los
platos que me regaló mi madre
que ya nunca
volverá a regalarme
nada.
Si un día nos
decidiéramos a tirarlos
intentaré
escuchar su voz en mi cabeza:
“las cosas, hija, son sólo cosas”.
Mi madre no está
en un plato.
Mi madre está en
el pan que como.
Ana Pérez Cañamares. Las sumas y los restos. Ed. Devenir, 2013
Fotografía de Juan Sánchez Amorós
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