Hay personas que no tienen
trabajo
pero tienen un amor,
tú tenías trece sueldos
y no te quería ni tu jefe.
Inteligente y trabajadora,
es lo mejor que ha sabido decir
de ti.
No había flores, ni velas
en el puente donde te mataron.
Ni siquiera aquellos que
favoreciste
amañando oposiciones
han querido acercarse a dejarte
un agradecido
no te olvidamos.
Tampoco los periódicos que
untabas
han tenido un gesto de cariño
contigo,
ni los políticos de la oposición
a los que subiste el sueldo
para, de paso, subírtelo tú
también.
En un país con seis millones de
parados
y sueldos de 625 euros al mes, el
que los gana,
tú ingresabas doscientos mil
más dietas y gastos personales a
parte,
y aún tenías que cobrarte el
kilometraje del coche oficial
porque no te llegaba,
son tan caros los abrigos de
pieles,
las farras en New York,
los bolsos de Vuitton,
tardan tanto los tratamientos de
belleza y estética
en dar buenos resultados.
Alguien ha hecho una pintada
donde te dispararon:
AQUÍ MURIÓ UN BICHO
Ha sido uno de esos seis
millones,
la policía lo busca,
¿podrá detener a seis millones?
Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014
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